Reino Unido está sufriendo un duro golpe, sanitario y también económico, a causa de la pandemia de coronavirus. El PIB británico ha colapsado en abril, y se da por hecho que el dato del segundo trimestre será desastroso, pero ni los inversores ni los expertos están demasiado preocupados. Todos tienen ya la vista puesta en la recuperación, ahora que ha empezado la reapertura, y sobre todo en el Brexit, ya que se han retomado las negociaciones con la Unión Europea y las posturas siguen igual de alejadas que hace meses.
Los analistas han valorado los datos del Producto Interior Bruto del mes de abril (la economía de Reino Unido sufrió una caída récord debido al cierre decretado para frenar el brote de Covid-19, y se hundió un 20,4%) y todos han llegado a la misma conclusión: son cifras muy malas, sí, pero al fin y al cabo solo son el reflejo de la situación de confinamiento que ha vivido el país.
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El PIB de Reino Unido sufre en abril una caída récord: se hunde un 20,4%"Los inversores no son estúpidos, saben que abril fue posiblemente el punto álgido del cierre. La naturaleza sin precedentes de la caída de la actividad económica solo refleja el acto sin precedentes de cerrar efectivamente una economía moderna", destacan desde AJ Bell. Por su parte, los expertos de Close Brothers Asset Management destacan que "las cifras del PIB de abril son impactantes y ciertamente son motivo de preocupación", pero recuerdan que después del cierre de la economía, estaba claro que "el espejo retrovisor iba a reflejar un entorno difícil". Por eso ahora que las fábricas han comenzado a reabrir y que los trabajadores se están reincorporando poco a poco a sus puestos de trabajo, de manera segura, "la pregunta es cómo se desarrolla la situación" y cómo será la recuperación.
Como dicen desde esta firma, "el viaje hacia la recuperación no será fácil", y más teniendo en cuenta que la OCDE ha dicho que Reino Unido será uno de los países más golpeados a causa del coronavirus, expresando incluso sus dudas sobre la capacidad de la economía para recuperarse del golpe económico ahora que se han retomado las negociaciones del Brexit, que llegarán a su punto crítico a finales de año. Para ese momento tendrá que haber acuerdo, habida cuenta de que el primer ministro, Boris Johnson, no piensa extender el periodo de transición que acaba el 31 de diciembre.
"El camino de vuelta será mucho más lento que el descenso", apuntan los analistas de Pantheon Macroeconomics, que recuerdan que "el PIB normalmente tarda de tres a cuatro años en volver a su pico anterior a la recesión". Creen que la economía británica "tardará mucho tiempo en recuperarse de la paliza infligida por la pandemia", aunque también destacan que abril representa, casi con toda seguridad, "el punto más bajo del PIB este año", por lo que ahora que la actividad económica se está recuperando es probable que haya un repunta, aunque será "lento", por lo que auguran que la economía terminará el año "un 5% por debajo del máximo alcanzado antes de la crisis".
UNA RECUPERACIÓN RÁPIDA, TOTALMENTE FUERA DE LUGAR
La actividad ahora ha empezado a recuperarse, pero "las esperanzas de una recuperación rápida parecen estar fuera de lugar", apuntan los expertos de Kingswood. Una valoración con la que coinciden en Deloitte, que apunta que "recuperar el crecimiento perdido llevará años, no semanas", ya que "el desempleo, el aumento de la deuda y las insolvencias de las empresas pesarán sobre la recuperación". De hecho, en esta firma creen "poco probable" que la economía vuelva a los niveles de actividad anteriores a la crisis "hasta el 2022".
EY cree que Reino Unido se encamina a una "contracción sustancial y récord en el segundo trimestre, probablemente superior al 13%", aunque dado que el Gobierno británico seguirá relajando gradualmente las restricciones de cierre, "se espera que el PIB comience a volver a un claro crecimiento en el tercer trimestre". La pregunta que hay que hacerse, dicen los analistas de Fidelity, "es por cuánto" tiempo, dado que empieza a hablarse de un posible rebrote, y apunta que "la capacidad de las empresas para mantenerse a flote y retener al personal será clave" para lograr la recuperación.
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La cuarta ronda de negociaciones entre Reino Unido y la UE finaliza con escasos progresos"El dato del PIB de abril subraya la cantidad de recuperación que se requiere para volver a la normalidad", dicen en Markets.com, una normalidad que se ve amenazada por el Brexit. Y es que mientras que para todas las economías avanzadas el principal riesgo sigue siendo una posible segunda ola del virus que requiera nuevos bloqueos para lograr contenerla, el caso de Reino Unido es diferente porque "se enfrenta al riesgo adicional de las actuales negociaciones con la UE sobre la futura relación", dice Berenberg.
Los analistas de esta firma alemana recuerdan que las negociaciones están estancadas y que las posiciones son, hoy por hoy, "muy distantes en cuestiones clave como la gobernanza, las reglas de juego uniformes, la pesca y, lo que es más importante, la frontera de Irlanda del Norte". Bajo su punto de vista, "además de los enormes daños económicos y de reputación causados por la pandemia mal manejada, el riesgo de una salida desordenada del mercado único representa una amenaza adicional para el Reino Unido". Creen que una salida totalmente desordenada podría llevar al Reino Unido de nuevo a la recesión a principios de 2021.
Tras haber quedado a un lado a causa del coronavirus, ahora las conversaciones sobre el Brexit vuelven a centrar la atención. Reino Unido y la UE planean acelerar el ritmo de las negociaciones, y la próxima fecha clave es la cumbre de alto nivel entre Johnson, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el 15 de junio. Haya trato o no, Londres planea introducir un régimen temporal en su frontera con la UE para evitar acumular cargas sobre las empresas, que ya están lidiando con los efectos de Covid-19. Reino Unido espera que el principal negociador de la UE, Michel Barnier, sea flexible en sus demandas, rechazadas hasta ahora. Habrá que ver si se acercan o no posturas, después de que las últimas conversaciones acabasen con escasos progresos.