La crisis del coronavirus provocó en el segundo trimestre del año la pérdida de 220.000 empleos en Reino Unido, lo que supone la mayor caída en el número de ocupados desde los tres meses comprendidos entre mayo y julio de 2009, según los datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONS), que mantuvo sin cambios la tasa de paro en el 3,9%, en gran medida gracias al efecto de las medidas de suspensión del trabajo implementadas por el Gobierno.
Según la ONS, entre abril y junio el número de ocupados en Reino Unido era de 32,92 millones, lo que representa un incremento anual de 113.000 trabajadores, pero una caída de 220.000 ocupados en comparación con el primer trimestre del año.
De su lado, la tasa de ocupación del Reino Unido en el segundo trimestre se situó en el 76,4%, tres décimas por encima del nivel de un año antes, pero dos décimas menos que en el trimestre precedente.
"El descenso trimestral del empleo también fue impulsado por los trabajadores de 65 años y más, los autónomos y los trabajadores a tiempo parcial. Mientras tanto, los empleados a tiempo completo compensaron en gran medida la disminución", destacó la Oficina.
Los trabajadores más jóvenes, los trabajadores de mayor edad y aquellos en ocupaciones manuales o elementales eran los que tenían más probabilidades de estar temporalmente fuera del trabajo remunerado durante la pandemia del coronavirus, apuntó la ONS.
En cuanto al número de desempleados, la ONS cifró en 1,34 millones las personas sin trabajo en Reino Unido en el segundo trimestre, un descenso de 10.000 respecto de los tres meses anteriores, mientras que la tasa de paro se mantuvo en el 3,9%.
Asimismo, se estima que un gran número de personas se encuentran temporalmente fuera del trabajo, incluidos los trabajadores acogidos al programa de suspensión de empleo, que afectaba aproximadamente a unos 7,5 millones de personas en junio, de los que unos 3 millones llevaban en esta situación al menos tres meses.
Por otro lado, el ente estadístico calcula que en julio de 2020 el número de empleados se había reducido en el país en unas 730.000 personas respecto de marzo de 2020, mientras que las horas trabajadas siguieron cayendo hasta alcanzar mínimos históricos.
