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Reino Unido ostenta el triste honor de ser el país de Europa con el mayor número de muertes oficiales por Covid-19, después haber avanzado este martes a Italia. Los fallecidos al otro lado del Canal de la Mancha vuelan por encima de los 30.000, según la Oficina Nacional de Estadística, lo que eleva la presión sobre el primer ministro, Boris Johnson, para no aflojar en su respuesta a la crisis. El Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) se ha reunido este jueves con la árdua tarea de actualizar su cuadro macro que anticipa un shock inédito en la economía del país, del 14% en 2020, "el peor colapso en 300 años", según anticipan, en un momento en que Downing Street pone salud y economía en la balanza para configurar su plan de desescalada.

Las críticas se ceban con Johnson por su tardía respuesta a la enfermedad. El ‘premier’, que sufrió de primera mano los estragos del virus, ha propagado a los cuatro vientos que “el pico quedó atrás”, contradiciendo a las estadísticas -su Gobierno estima que los fallecimientos no alcanzan los 29.000- e ignorando métricas como las del Financial Times que arrojan cifras de 40.000 víctimas mortales. Sin embargo, ha aplazado la revisión de su hoja de ruta de salida del confinamiento hasta este fin de semana y el líder conservador ha advertido que las medidas drásticas de distancia social pueden estar aún en vigor durante gran parte de mayo, aunque apunta a que el próximo día 11 se introduzca algún tipo de relajación de la cuarentena.

En este contexto, el BoE ha publicado su primera evaluación oficial de la recesión. Los miembros del Comité de Política Monetaria (MPC por sus siglas en inglés) del Banco que ahora dirige Andrew Bailey han enviado señales de cautela con respecto al panorama económico. Y han ofrecido sus previsiones basándose en el peor de los escenarios: que el bloqueo de la economía se prolongue hasta finales de junio. En este contexto, Bailey ya apuntó que "no era inverosímil" que el PIB experimentara una contracción del 35% en el segundo trimestre, tal como avanzó el UK Office for Budget Responsibility. Sin embargo, 'La Vieja Dama de la Calle Threadneedle' finalmente estima que la caída sea del 25% de abril a junio, lo que dejará la contracción anual en un 14%, frente a un repunte del 15% en 2021. Es un escenario de recesión técnica, basado en que el relajamiento del confinamiento no arranque hasta junio.

Por otra parte, algunos otros miembros del MPC han expresado incertidumbres sobre si el crecimiento verá un rápido repunte desde su depresión actual. En particular, “existe la preocupación de que la precaución de los consumidores puedan persistir incluso después de que se levante el bloqueo”, avisa Howard Archer, economista jefe del EY ITEM Club.

"Si este es el caso, es probable que la inflación de los precios al consumidor (que el EY ITEM Club sospecha que baje al 0,5% durante el verano) se quedará muy por debajo de la tasa objetivo del 2% del Banco de Inglaterra por un período más largo, reforzando la necesidad de más estímulos monetarios”, agrega Archer. En este sentido, espera que el banco central anuncie en su reunión del 18 de junio un nuevo plan de compras después de que ya haya llevado los tipos de interés hasta el mínimo histórico del 0,10% y ampliara su expansión cuantitativa en 200.000 millones en marzo, que tiene visos de agotarse entre finales de mayo e inicios de junio. En su reunión de mayo ha considerado que la postura actual de la política monetaria "es apropiada".

"El nuevo pronóstico del Banco de Inglaterra también indica el sufrimiento que estima para la economía a largo plazo como resultado del impacto de Covid-19", comenta Archer. Según las últimas estimaciones publicadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía de Reino Unido registrará una contracción del 6,5% en 2020 por la crisis del coronavirus. En los tres primeras meses del año, el PIB creció un 0,1%.

El Gobierno británico ha implentado hasta la fecha un paquete de medidas que incluye un apoyo fiscal de 350.000 millones de libras para ayudar a las empresas y trabajadores a superar la crisis y prestaciones por desempleo. Reino Unido decretó el cierre del comercio no esencial y escuelas el pasado 20 de marzo, y las actuales condiciones de confinamiento están aprobadas hasta este jueves, 7 de mayo para contener la propagación del coronavirus.

¿Y EL BREXIT?

Por si todo esto fuera poco, las negociaciones sobre el Brexit con la Unión Europea (UE) siguen su curso. El país insiste en que no buscará una extensión del período de transición, que finalizará en diciembre de 2020, aunque aún tiene hasta el 30 de junio para solicitar esta prórroga a Bruselas. Los expertos señalan que en circunstancias normales, sería muy complicado alcanzar una acuerdo comercial satisfactorio, pero que en el escenario actual de pandemia global es una tarea casi imposible. Las numerosas conversaciones canceladas y pospuestas a causa del Covid han provocado bache en el proceso que se ha ralentizado notablemente.

“A medida que la fecha desde donde no hay vuelta atrás se aproxima, la prioridad de Johnson será minimizar el impacto de un mal acuerdo en su marca personal y en su legado”, apunta 'The Guardian' en un editorial. Por lo que el medio se pregunta si no aprovechará el virus para camuflar un fracaso estrepitoso en las negociaciones con la UE. “Todavía hay tiempo para un acuerdo”, señalan los expertos más optimistas. “Si ambas partes aceptan que lejos de la ‘ambiciosa, cercana y profunda relación futura’ a la que se aspiró en el pasado, el acuerdo final será bastante débil. Y, lo que es más importante, ambas partes deben estar abiertas al compromiso”, redondean.

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