El recorte del IVA ha provocado que en julio el Índice de Precios al Consumo (IPC) alemán haya caído por primera vez en más de cuatro años. Según los datos publicados este jueves por la oficina de estadística alemana, Destatis, la inflación descendió en julio, con una caída del 0,5% frente al aumento del 0,6% en el mes anterior.
En comparación con el mismo mes del año pasado, los precios descendieron un 0,1%. La última vez que la tasa de inflación fue negativa fue en abril de 2016.
En concreto, los precios de los bienes cayeron un 1,4% en julio, mientras que en la energía descendieron un 6,7%, más significativamente que antes, aunque el petróleo se ha encarecido recientemente en los mercados mundiales. Los alimentos cuestan solo un 1,2% más que en julio de 2019, después de haber subido un 4,4% en el mes anterior.
"Es probable que una de las razones de esto sea la reducción del IVA", han explicado desde la oficina de estadística alemana. No obstante, añaden que "es difícil demostrar hasta qué punto se traspasaron las tasas impositivas más bajas a los consumidores, ya que la evolución de los precios depende de muchos factores".
El Gobierno de Alemania decidió bajar el IVA en la lucha contra la recesión provocada por el Covid-19 con la intención de impulsar el consumo y, por tanto, la recuperación. Así, la tasa impositiva regular se redujo del 19% al 16% desde julio hasta final de año y la tasa reducida del 7% al 5%.
"Si el IVA se restablece a su valor anterior, por ejemplo en enero, debería impulsar instantáneamente la inflación. Si no se restablece, la distorsión se prolongará durante 12 meses, después de lo cual desaparecerá. La perspectiva de 12 meses de distorsiones relacionadas con el IVA en el IPC alemán es desalentadora, pero no supondrá una gran diferencia para la postura política moderada del BCE", señalan los analistas de Pantheon Macroeconomics.