Los síntomas de recesión continúan en Alemania. En agosto, el sector manufacturero permaneció en contracción. Las expectativas de producción alcanzaron un mínimo histórico y los empleos se redujeron de manera más pronunciada, según el índice PMI, elaborado por la consultora Markit, publicado este lunes.
En concreto, en el octavo mes del año, el PMI manufacturero se situó en 43,5, con lo que se acerca al mínimo de siete años que alcanzó en julio, lo que indica otra fuerte contracción mensual del sector productor de bienes. La principal debilidad continuó derivada de una menor demanda, particularmente de bienes intermedios y de capital. El total de pedidos nuevos cayó en agosto a un nivel superado solo dos veces (en marzo y abril de 2019) en más de una década. Detrás de esto hubo una fuerte caída adicional en los nuevos pedidos de exportación, aunque la tasa de disminución disminuyó desde el récord de diez años de julio.
El informe destacó la incertidumbre entre los clientes que condujo a una renuencia a comprometerse con nuevos pedidos. También se citó con frecuencia una menor demanda de la industria automotriz. Además, las expectativas de producción alcanzaron un mínimo histórico. En cuanto a la producción, cayó por séptimo mes consecutivo en agosto. Sin embargo, esta caída fue notablemente más lenta que la de los nuevos pedidos, ya que las empresas continuaron apoyando los niveles de producción a través del trabajo en los pedidos pendientes.
La "marcada caída en las expectativas de producción de las empresas a un mínimo histórico sugiere que las cosas podrían incluso empeorar"
El empleo, por el contrario, cayó a un ritmo más rápido, hasta niveles de hace seis años. La encuesta mostró que las empresas redujeron la capacidad de personal. El descenso acelerado en el número de empleados fue consistente con las empresas cada vez más pesimistas sobre las perspectivas de producción.
Desde Markit comentan que "el PMI manufacturero de Alemania se mantuvo cerca de un mínimo de siete años en agosto, ya que los nuevos pedidos continuaron cayendo bruscamente y la producción de bienes se redujo nuevamente". La "marcada caída en las expectativas de producción de las empresas a un mínimo histórico sugiere que las cosas podrían incluso empeorar antes de mejorar".
EUROZONA
Por otro lado, en la zona euro, el declive económico continuó en agosto, aunque mejoró frente al mínimo de seis años y medio registrado en julio. "Pero, de todas formas, se mantuvo claramente dentro del territorio de contracción". Al aumentar del nivel 46,5 de julio hasta 47 en agosto, el índice registró su segunda lectura más baja desde abril de 2013.
La ralentización del sector manufacturero se mantuvo centrada en las categorías de bienes intermedios y bienes de capital en agosto, y ambos subsectores registraron notables contracciones. En contraste, el subsector de bienes de consumo de nuevo rompió la tendencia en general, expandiéndose a un ritmo sólido y extendiendo el período actual de crecimiento a casi seis años.
Respecto al empleo, descendió por cuarto mes consecutivo, y el ritmo de contracción de agosto se mantuvo prácticamente igual que el récord de 74 meses observado en julio.
La preocupación de que la reciente desaceleración mundial del sector manufacturero podría profundizarse aún más, en parte relacionada con la guerra comercial existente entre EEUU y China, empujó la confianza entre las empresas hasta su nivel más bajo desde noviembre de 2012.
"Los fabricantes de la zona euro están sufriendo puesto que la ralentización con respecto a la producción industrial en el verano persistió en agosto", señalan en Markit, que consideran que "es probable que el sector productor actúe como un lastre cada vez mayor para el crecimiento económico de la zona euro en el tercer trimestre". "Las guerras comerciales y los aranceles siguen siendo las principales preocupaciones entre los fabricantes, y la escalada de las tensiones de la guerra comercial mundial en agosto provocó una mayor aversión al riesgo".