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No va a haber recesión en 2019, ni en Estados Unidos, ni en Europa, ni en España. Este es el mensaje que más recalcan las distintas firmas de inversión en la presentación de sus previsiones para el próximo año que están realizando estos días. La tesis general es que, económicamente, las cosas van a seguir bien -aunque se van a ralentizar moderadamente- y que eso debería acabar reflejándose en las bolsas.

"La probabilidad de una recesión mundial es del 10%". Esta fue prácticamente la primera idea que lanzó Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank en España, en la presentación de las perspectivas del banco realizada este misma semana.

"La economía va a crecer por encima del 3,5% en 2019", añadía casi a continuación, recalcando que ese nivel está por encima de la barrera de expansión.

"La realidad es que el mundo sigue creciendo a tasas del 3%, los beneficios de las empresas al 6% y, a pesar de la desaceleración, no parece que nada haya cambiado de forma significativa", afirma David Levy

Para Deutsche, es "sorprendente" lo que se observa al contrastar la situación económica mundial con el comportamiento de las bolsas, porque éstas últimas no están reflejando, en su opinión, la buena evolución macro. "Es muy sorprendente. Lo de octubre (las caídas) es inexplicable si vemos datos macro y empresariales", apunta Duce. "Las bolsas no han reflejado hasta ahora los datos macro y empresariales", recalca.

El banco alemán no ve riesgo de recesión ni en Estados Unidos (menos aún después del último giro en el discurso de Jerome Powell), ni en Europa (reconoce que el entorno es más complicado y estima que la economía avanzará un 1,6% en 2019) ni en España (donde espera que la economía modere su crecimiento y crezca un 2,4% el próximo año).

NO SON LOS ÚNICOS

Pero los expertos de Deutsche Bank no son en absoluto los únicos que descartan una recesión para el próximo año. Los analistas de Allianz se refieren a Estados Unidos, sobre el que sobrevuelan más dudas, y hablan de una "ralentización" de la economía, pero sin recesión. "La economía de Estados Unidos se ralentizará después de que los efectos por los recortes de impuestos del presidente Trump desaparezcan, pero un Congreso dividido no tiene que alterar significativamente su política económica; aún no se espera una recesión en Estados Unidos", afirman estos analistas.

Este otoño se ha observado un patrón común en varias clases de activos. La renta variable ha caído, con los valores cíclicos especialmente afectados, los diferenciales de crédito se han ampliado, los precios de la materias primas han sufrido presiones y las expectativas de inflación han caído. En conjunto, el mensaje de los mercados parecía apuntar a una recesión 'a la vuelta de la esquina'. Sin embargo, los analistas insisten en las buenas previsiones económicas, que estiman unas tasas de crecimiento algo más lentas pero siguen en niveles por encima del crecimiento potencial. "Podríamos enfrentarnos a una desaceleración más sustancial, pero no a una recesión", insisten desde DWS.

Mirabaud, por su parte, habla de una probabilidad de recesión "baja" en Estados Unidos en los próximos 12 meses, mientras que la agencia S&P, aunque ha elevado recientemente sus estimaciones de que el país entre en recesión en los próximos doce meses, aún las mantiene en niveles bajos de entre el 15-20% desde el 10-15% previo.

"Tras varias semanas en las que el mercado se ha mostrado extremadamente preocupado por el Brexit, el déficit italiano y la guerra comercial, el tono de los últimos días ha sido más positivo. Aunque no se han producido avances significativos en ninguno de estos frentes, los inversores probablemente se habrán dado cuenta de que el fondo del mercado es atractivo, que las valoraciones son atractivas y que se puede hablar de ralentización económica, pero en ningún caso de recesión", señala otro experto consultado por 'Bolsamanía'.

En este sentido, David Levy, director general y de inversiones de DiverInvest, reconoce en su última carta mensual que, hoy por hoy, parece que "ya nada vale: EEUU en recesión, Europa va a desaparecer, los chinos vuelven a ser una provincia de Asia... todo se cuestiona. La espiral vendedora arrasa. No hay refugio y todo baja".

"No estoy de acuerdo", añade tajante. "La realidad es que el mundo sigue creciendo a tasas del 3%, los beneficios de las empresas al 6% y, a pesar de la desaceleración, no parece que nada haya cambiado de forma significativa".

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