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Menudo panorama al que se enfrenta la economía de la eurozona. Los datos "abrumadoramente negativos" no le dejan escapatoria y la sepultan a una recesión de invierno "inevitable". Sin embargo, es probable que el declive sea menor de lo esperado, con lo que la recesión puede ser más "leve" que otras ya vividas.

"Aunque la zona euro ha hecho muchos deberes para reducir la demanda de energía y llenar los depósitos para el próximo invierno, una recesión parece inevitable dada la compresión acumulada de los ingresos reales y la necesidad de ahorro energético. Pero esa recesión, de nuevo, es probable que sea menor de lo que el consenso pensaba incluso hace unas semanas".

Así lo creen los analistas de Bank of America. Sus previsiones apunta a que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para 2022 sea del 3,2%, elevando su anterior pronóstico gracias a que el tercer trimestre "fue más fuerte de lo que el consenso y nosotros esperábamos". Para el cuarto trimestre y primero del próximo año, calculan una caída del PIB del 0,3% y del 0,4%, respectivamente.

"Más allá de eso, un endurecimiento más rápido de las condiciones financieras y las señales que tomamos de los datos significan que ahora esperamos una recuperación aún más superficial después de la recesión de invierno". Para más adelante estiman que la economía de la zona euro crecerá un 0% en 2023 y un 1,1% en 2024. "Hasta hace poco, algunos analistas esperaban que la recesión comenzara ya en el tercer trimestre. Es probable que las previsiones para 2022 y 2023 suban ligeramente por este motivo", dicen.

Pero a pesar de la sorpresa al alza de las cifras del PIB del tercer trimestre, "los datos mensuales continúan mostrando que la economía de la eurozona se está desacelerando rápidamente y se encamina hacia una recesión. Con los PMI por debajo del umbral de 50 puntos por cuarto mes consecutivo en octubre y los indicadores de confianza con una fuerte tendencia a la baja, esperamos una contracción del PIB en el último trimestre del año", señalan los analistas de Oxford Economics. Creen que el flujo de datos sobre la economía de la eurozona "sigue siendo abrumadoramente negativo".

COMPLEJO ESCENARIO PARA LA POLÍTICA MONETARIA

En octubre, la inflación de la zona euro alcanzó los dos dígitos por primera vez en la historia. "Los precios de la energía continúan dominando el aumento de la inflación, aunque el panorama se vuelve cada vez más confuso por las diferentes políticas que están implementando los gobiernos", con lo que "esto complica aún más las cosas para la política monetaria", opinan en Oxford Economics.

Dado que la inflación subyacente también continúa aumentando y alcanzando un nuevo récord del 5%, "dudamos que el Banco Central Europeo (BCE) esté listo para declarar el trabajo hecho en su actual ciclo de ajuste". Opinan que "la ventana de oportunidad para nuevas subidas de tipos se está cerrando rápidamente a medida que la actividad se deteriora", por lo que esperan que el BCE modere el ritmo de endurecimiento y suba los tipos en 50 puntos básicos en su próxima reunión y luego otros 25 puntos básicos a principios de 2023 antes de finalizar el actual ciclo de ajuste.

Destacan que el impacto del ciclo de ajuste ya se está viendo en un fuerte aumento de los tipos de interés para los consumidores y las empresas. Y viene "más dolor en los próximos meses". "Esperamos una rápida desaceleración en el ritmo de crecimiento del crédito, lo que agregará obstáculos adicionales para una economía que ya enfrenta un entorno macroeconómico extraordinariamente desafiante. Pero con el BCE todavía fijo exclusivamente en la inflación, el ciclo de ajuste podría extenderse un poco más si las presiones sobre los precios no comienzan a moderarse como se espera en los próximos meses", añaden los expertos.

En Bank of America coinciden y prevén que habrá un alza de al menos 50 puntos básicos en diciembre, seguida de dos subidas de 25 puntos básicos en el primer trimestre de 2013, hasta alcanzar un tipo de depósito terminal de al menos el 2,5%.

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