Las cosas se le complican a Boris Johnson por momentos. Este miércoles la prensa británica informa de una posible rebelión en el seno de su gabinete, y también entre los diputados conservadores, si el primer ministro insiste en materializar el Brexit sea como sea el 31 de octubre y la retirada de Reino Unido de la Unión Europea se salda sin acuerdo. Hasta cinco ministros y un "gran número" de parlamentarios 'tories' amenazan con dimitir.
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El secretario de Cultura, Nicky Morgan; el ministro británico para Irlanda del Norte, Julian Smith; el secretario de Justicia, Robert Buckland; el ministro de Salud, Matt Hancock; y el fiscal general, Geoffrey Cox; son los cinco miembros del gabinete de Johnson que han dejado claro al 'premier' que se marcharán si conduce al país a un divorcio sin acuerdo. Así lo asegura The Times, que dice que están todos en una "lista de vigilancia por dimisión".
Según parece, estos ministros han advertido a Johnson de lo que ocurriría en una reunión del gabinete celebrada para tratar el "grave" riesgo del retorno del gobierno directo en Irlanda del Norte, y además aprovecharon para expresar su preocupación por Dominic Cummings, el principal asesor del 'premier'.
Además, un ministro de gabinete citado por este medio ha explicado que un "número muy grande" de parlamentarios conservadores también renunciaría si se materializa el Brexit sin acuerdo. No especifica cuántos legisladores 'tories' se oponen a un escenario sin acuerdo, pero otro periódico, el Financial Times, asegura este miércoles que son al menos 50 los miembros conservadores del Parlamento que se rebelarán contra un programa para las elecciones generales en el que el partido se comprometa a perseguir un divorcio a las bravas.
De hecho, el descontento entre los diputados conservadores es tal que algunos están considerando la idea de postularse en una plataforma individual más suave con el Brexit o incluso apartarse por completo como candidatos 'tories', agrega FT.
ACUERDO IMPOSIBLE
Estas informaciones se han conocido tras el revuelo de este martes. La Unión Europea acusó a Reino Unido de estar jugando a un "estúpido juego de culpas" sobre el Brexit después de que una fuente de Downing Street asegurase que el acuerdo era "esencialmente imposible" porque la canciller alemana Angela Merkel había hecho demandas inaceptables sobre Irlanda del Norte. Pero lo cierto es que, a poco más de tres semanas de que el país abandone el bloque europeo, el futuro del Brexit sigue siendo muy incierto, ya que tanto Londres como Bruselas se posicionan para evitar que se les culpe de un nuevo retraso o de una salida desordenada.
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