La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda que un 29% de las familias, las más vulnerables, han dejado de comprar ropa o han retrasado su compra como consecuencia de la inflación acumulada durante los últimos meses. Un hecho que, según OCU, impulsará las compras aprovechando las rebajas de verano, que han comenzado ya en la mayor parte de las tiendas e hipermercados.
La organización considera que el periodo de rebajas es un buen momento para tratar de adelantar algunas compras de ropa y calzado de los menores de cada al próximo curso escolar. Aunque recuerda que esta partida es una de las que menos ha subido sus precios en los últimos doce meses: apenas un 1,7% frente al 8,7% general.
En cualquier caso, OCU recuerda que en rebajas se reducen los precios, no los derechos: las garantías de un producto con descuento son las mismas que las de uno no rebajado. No obstante, ofrece cinco consejos básicos. El primero es hacer listas de lo que se necesita. Es recomendable pensar lo que hace falta antes de salir de tiendas y elaborar una lista para evitar compras impulsivas.
El segundo consejo sería comprobar que junto al precio rebajado aparece el precio antiguo. Dicho producto debe haber formado parte de la oferta habitual de la tienda durante al menos un mes (y si tuvo varios precios, el menor será el de referencia).
El tercero, preguntar si hay condiciones especiales. Las tiendas físicas no están obligadas a admitir una devolución, salvo que haya un defecto o una tara; y aun admitiéndola, el reembolso podría no ser en efectivo, sino en una tarjeta o vale canjeable. Por el contrario, en las compras online existe un periodo legal de desistimiento de 14 días durante el cual no hace falta justificar el motivo de la devolución.
El cuarto consejo es priorizar comercios adheridos al sistema arbitral de consumo: los problemas se resuelven de una manera más rápida y gratuita. Por último, conservar siempre el tique o factura simplificada de la compra; es vital para poder reclamar posteriormente. Por cierto, todos los establecimientos deben contar con hojas de reclamaciones a disposición de sus clientes.