El Consejo del Banco de la Reserva de Australia (RBA) ha decidido este martes mantener sin cambios el objetivo del tipo de interés de caja en el 4,10% y el tipo de interés pagado sobre los saldos de la liquidación de divisas en el 4,00%, en línea con lo previsto por el mercado.
El Consejo ha indicado que es posible que sea necesario un mayor endurecimiento de la política monetaria para garantizar que la inflación vuelva al objetivo en un plazo razonable, pero ha precisado que esto seguirá dependiendo de los datos y de la evolución de la evaluación de los riesgos.
"Al tomar sus decisiones, el Consejo seguirá prestando gran atención a la evolución de la economía mundial, a las tendencias del gasto de los hogares y a las perspectivas de la inflación y del mercado de trabajo. El Consejo se mantiene firme en su determinación de volver a situar la inflación en el objetivo y hará lo necesario para lograrlo", ha señalado en su comunicado.
La inflación en Australia ha superado su nivel máximo y el indicador mensual del IPC de julio mostró un nuevo descenso. Pero la inflación sigue siendo demasiado alta y seguirá siéndolo durante algún tiempo, ha remarcado el RBA, subrayando que, aunque la inflación de los precios de los bienes ha disminuido, los precios de muchos servicios aumentan con rapidez. La inflación de los alquileres también es elevada. La previsión central es que la inflación del IPC siga disminuyendo y vuelva a situarse dentro del intervalo objetivo del 2-3% a finales de 2025.
Los datos recientes son coherentes con el retorno de la inflación al rango objetivo durante el horizonte de previsión y con la continuación del crecimiento de la producción y el empleo, ha dicho el RBA. La inflación está bajando, el mercado laboral se mantiene fuerte y la economía funciona a un alto nivel de utilización de la capacidad, aunque el crecimiento se ha ralentizado.
Sin embargo, el banco central asume que existen "importantes incertidumbres" en torno a las perspectivas. La inflación de los precios de los servicios ha sido sorprendentemente persistente en el extranjero y lo mismo podría ocurrir en Australia. También existen incertidumbres sobre los efectos retardados de la política monetaria y sobre la forma en que las decisiones de las empresas en materia de precios y salarios responden al menor crecimiento de la economía en un momento en que el mercado laboral sigue siendo tenso. Las perspectivas del consumo de los hogares también continúan siendo inciertas, ya que muchos de ellos están sufriendo una dolorosa restricción de sus finanzas, mientras que otros se están beneficiando de la subida de los precios de la vivienda, de importantes reservas de ahorro y de unos mayores ingresos por intereses. Y a escala mundial, el RBA remarca que las perspectivas de la economía china son cada vez más inciertas debido a las tensiones que sigue sufriendo el mercado inmobiliario.