La marcha de Luis de Guindos al Banco Central Europeo (BCE) abre un agujero en el Gobierno cuyo arreglo alcanzará una relevancia extraordinaria. Y no sólo por la enjundia de la cartera que deja, la de Economía, sino sobre todo por el modo en que Mariano Rajoy la encare.
La clave, según circula por los círculos del Ministerio de Economía, residirá en el 'estropicio' que el presidente del Gobierno quiera hacer. La premisa es sencilla. Si Rajoy se siente fuerte y piensa que la legislatura se alargará, podría nombrar a un candidato fuerte, proveniente incluso de otro ministerio, que obligaría por tanto a más movimientos en cadena. Si, en cambio, maneja plazos más cortos, no querrá jaleos. Y nombrará a alguien que posiblemente esté ya en el ministerio. Alguien de la 'casa' con marchamo de interinidad.
Si el presidente del Gobierno se siente firme y apuesta por una remodelación del Gobierno -opción que parece más complicada-, podría optar por sustituir a Luis de Guindos, que ocupaba la cartera desde 2011, con alguno de los nombres que ya forman parte del Ejecutivo. La Ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, o el titular de la cartera de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, son los nombres que más suenan. Otras figuras con más vuelo y trayectoria, como Fernando Becker o Román Escolano también tienen credenciales de largo trazo.
Si se impone la segunda opción, las candidatas con más opciones son dos: Irene Garrido, actual secretaria de Estado de Economía, y Emma Navarro, que ahora ocupa la Secretaría General del Tesoro y Política Financiera. El secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, también encaja con los mismos parámetros. Otra variante, esta ya más alambicada, consistiría en 'fusionar' el actual ministerio de Álvaro Nadal con el de Economía durante el tiempo que le quede a una legislatura que barruntaría que no sería larga.