- En verano, tanto los vendedores de un piso como los compradores tienen más tiempo que poder dedicar a estas operaciones
El verano es sinónimo de descanso y relax, una época del año en la que solemos contar con más tiempo libre a nuestra disposición para dedicarlo a otras actividades que la falta de tiempo nos impide realizar en invierno, primavera u otoño. Por eso es un buen momento, quizá mejor que otros, para vender un inmueble. Y lo es por varias razones.
Lejos de lo que se pueda pensar, el verano no ha frenado la venta de inmuebles, sino todo lo contrario
En otras épocas del año las actividades laborales ocupan gran parte del día y el tiempo libre es más limitado. En verano la situación es bien diferente, ya que muchos gozan de jornada reducida en sus puestos de trabajo, o bien están de vacaciones. Es por ello que la temporada estival es interesante para la compraventa de vivienda. Los vendedores de pisos y los potenciales compradores cuentan con más tiempo para dedicarlo a este tipo de operaciones, y también la energía que se dedica a ello es diferente.
Además, lejos de lo que se pueda pensar, el verano no ha frenado la venta de inmuebles, sino todo lo contrario. Según el portal Idealista, la venta de inmuebles ha aumentado en los primeros seis meses del año, hasta el punto de que España ha tenido el mejor junio en ventas desde 2008. Pero no sólo eso, ya que los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) también confirman esta tendencia.
En concreto, según el INE, en el primer semestre del año se han alcanzado las 235.672 operaciones de compraventa de vivienda, un 13,15% más que en el mismo periodo de 2016. Y la tendencia en alza continúa en verano, ya que según Idealista las ventas han aumentado en estos meses respecto a los datos de 2015, lo que indica que el repunte se produce en época de vacaciones, en la que la actividad laboral sufre un freno y compradores y vendedores cuentan con más tiempo.
Con estos datos sobre la mesa, los propietarios deben saber que se enfrentan a un buen momento, aunque también deben tener en cuenta tres consejos, recopilados por la inmobiliaria online Housell, que les ayudarán para sacar el máximo partido a sus viviendas y poder realizar la venta en el menor tiempo posible:
1.-Gestionar más visitas gracias la facilidad de horario
Con las jornadas intensivas de verano y las vacaciones, el verano es la mejor época para la compraventa de de vivienda. Los compradores están más disponibles debido a los horarios que las empresas establecen cuando llegan las altas temperaturas, que suelen acabar antes de lo normal. Además, el vendedor puede disponer de mayor flexibilidad para enseñar la casa y conseguir que un mayor número de personas visiten el inmueble.
2.-Aprovechar que los futuros compradores están de vacaciones en zonas costeras
Los inmuebles en ciudades y pueblos de playa son más solicitados en verano, de cara a las vacaciones, y pueden crear interés una vez que el comprador ha conocido la zona. Aprovechar el verano para establecer unos primeros contactos con los potenciales compradores puede resultar una buena idea.
3.-Subrayar las ventajas de la ubicación de cara al 'nuevo curso'
Además, entre las ventajas de los inmuebles se puede citar todo lo relacionado con las zonas en las que se ubican de cara al mes de septiembre. Por ejemplo, si el piso está cerca de un centro escolar, una universidad o un centro de negocios. Los expertos recomiendan resaltar en el anuncio que el inmueble está cerca de zonas de interés de este tipo.
"Desde hace años la época estival registra altos números de venta de inmuebles y creemos que los vendedores en muchas ocasiones no conocen este dato, el cual puede ayudarles a investigar acerca de las estrategias de venta que puede aprovechar a la hora de vender su piso. Teniendo en cuenta estos tres consejos, podemos hacer una venta más rápida y más inteligente", asegura Modesto Manzano, director comercial de Housell.