Vincular las nuevas pensiones de viudedad a la renta de los beneficiarios. Esa es la idea que el pasado martes lanzó el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, alegando que "no parece razonable que se siga incrementando la renta de la persona que más recursos tiene de la familia". Una medida que la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, descartó al día siguiente.
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Granado aboga por vincular la pensión de viudedad a la renta del beneficiario"Para nada está en nuestra previsión", dijo. El Gobierno "no tiene ninguna intención de modificar las pensiones de viudedad, salvo para seguir subiendo las más bajas". "Si acaso lo que nos tenemos que plantear es, como la pensión media de viudedad es un poquito más de 700 euros, seguir en la senda de subir un poquito más las mínimas".
Valerio destacaba que ante cualquier cambio que se tenga que realizar en el sistema público de pensiones, el PSOE apostará por garantizar su sostenibilidad financiera y social. Que, "como poco", las pensiones suban con el IPC. Eso sí, teniendo "muy claro que esto se tiene que hacer respetando lo que diga el Pacto de Toledo y el diálogo social".
La ministra rectificaba así "totalmente" a Granado, que un día antes defendía que tenía que hacerse algo para vincular la pensión a los niveles de renta del beneficiario, aunque puntualizando que solo se aplicaría a las nuevas pensiones de viudedad y haciéndolo "despacio".
Piensa que lo razonable sería mejorar las pensiones de muchas mujeres que, al perder a su pareja, pierden calidad de vida, ya que, normalmente, los hombres tienen un salario más elevado. "Cuando un hombre, con un salario superior al de su mujer fallecida, cobra una pensión de viudedad, mejora su nivel de renta, mientras que cuando la cobra una mujer, con menos salario, lo empeora en términos de renta familiar". De hecho, añade, "las pensiones de viudedad se generaron para mujeres que no podían trabajar".
"Hemos acumula desequilibrios porque disminuimos salarios pero las prestaciones siguieron calculándose como antes"
A su parecer, "hemos ido acumulando desequilibrios porque disminuimos salarios pero las prestaciones siguieron calculándose como se calculaban antes. Lo único que hicimos para disminuir el aumento de los gastos fue corregir la revalorización de pensiones".
Durante esta corta legislatura, el Gobierno de Pedro Sánchez ha subido la base reguladora de la pensión de viudedad del 56% al 60% para las personas con 65 o más años sin otros ingresos. Con esta subida, el aumento del gasto anual para el sistema de la Seguridad Social será de unos 1.382 millones de euros al año, según los cálculos del Ejecutivo. Además, en febrero, la pensión media de viudedad, por su parte, ha registrado el mayor avance interanual en valores relativos, un 8,6%, hasta los 708,26 euros mensuales.
PROBLEMA DE SOSTENIBILIDAD
El sistema público de pensiones tiene un problema de sostenibilidad. El cambio en la sociedad, con la mayor incorporación de la mujer al mercado de trabajo, abre el debate sobre las alternativas a la pensión de viudedad actual. En los países de la Unión Europea no hay un enfoque general y se plantean algunas soluciones basadas en rentas temporales, en pensiones que solo se conceden a partir de una edad, pensiones de cuantía fija y opciones de corte asistencial, según recoge un estudio del Instituto Santalucía.
Propone, en relación a las iniciativas que aceptan la cobertura pública de la viudedad dentro de la Seguridad Social, la transformación de las pensiones vitalicias en pensiones temporales, de forma que se produciría un ahorro estimado en pensiones de viudedad del 40,59% por cada generación. Esta alternativa temporal impediría que se perciban pensiones vitalicias por parte de quienes tienen otros recursos o capacidad para obtenerlos. De hecho, según el Instituto, las mayores inequidades surgen porque las pensiones vitalicias no se sustentan en una carrera suficiente de cotizaciones, siendo soportadas con cargo a un sistema de solidaridad en desequilibrio.
Las pensiones vitalicias no se sustentan en una carrera suficiente de cotizaciones, siendo soportadas con cargo a un sistema de solidaridad en desequilibrio
Estas rentas temporales favorecerían el equilibrio individual entre aportaciones y prestaciones, así como la situación económico-financiera del sistema público y admiten modelos de mayor protección en las cercanías del fallecimiento. Sin embargo, con estas pensiones temporales sería menor el periodo de cobertura en el tiempo tras el hecho causante.
Otra propuesta de las que hace el Instituto Santanlucía recoge el debate del paso de las pensiones desde una modalidad contributiva a una no contributiva, donde bajo el modelo actual se produciría un incremento de coste por el efecto en el Índice de Revalorización de las Pensiones. Así, la parte contributiva se centraría en compensar el lucro cesante y la asistencial en cubrir las situaciones de necesidad.
Por último, existe la opción de incorporar un sistema de cuentas nocionales en el sistema de pensiones, que ya algunos partidos políticos han propuesto públicamente. En el caso de la pensión de viudedad, sería posible redefinirla mediante la obtención de un capital promedio asegurado a cambio del pago de una prima anual de cada individuo según su edad. Este traspaso requeriría la articulación de una cobertura propia separada con sus propias reglas, donde una posibilidad es el el diseño a través de un seguro de vida en el que el asegurador sea la propia Seguridad Social.