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La agenda económica de esta semana tiene al IPC de julio de Estados Unidos como cita más destacada. El mercado espera nuevas señales de moderación tanto para la tasa general como para la subyacente, que también allanarían el camino para un primer recorte de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) en su reunión de septiembre.

En concreto, el consenso de analistas anticipa una moderación de una décima en la tasa general, hasta el 2,9%, todavía por encima del objetivo del banco central del 2%. Para el IPC subyacente se espera también una mejora de una décima, que lo llevaría del 3,3% de junio al 3,2%.

Los analistas de Oxford Economics anticipan que "el IPC de julio será un poco menos amigable que las lecturas más débiles de lo esperado de junio", aunque descartan "que los datos afecten la confianza de la Reserva Federal en que la inflación se está moviendo en la dirección correcta".

"Desde la publicación del informe de empleo de julio, los mercados financieros se han centrado en el mercado laboral y las implicaciones para la política de la Reserva Federal, pero la otra cara del doble mandato del banco central volverá a salir a la luz durante la semana. Algunos de los datos serán más complicados que el mes anterior, pero no impedirán un recorte de tipos de la Fed en septiembre", pronostican.

Según su criterio, "los mercados financieros reaccionaron exageradamente al último lote de estadísticas de empleo, al descontar un recorte de tipos de 50 puntos básicos para septiembre y más de 100 puntos básicos en recortes para el año", aunque estas expectativas se moderaron en las últimas jornadas, y ahora prevén "recortes de más de 50 pb de lo esperado para el año".

En lo que respecta a los componentes de la inflación, en la firma británica esperan los precios de los vehículos caigan en julio, aunque advierten de que "esas buenas noticias se verán compensadas por un repunte de los precios de las tarifas aéreas y de los hoteles".

Por su parte, los analistas de TD Securities consideran que, en julio, "la inflación subyacente se mantuvo en gran medida bajo control", y anticipan "un 'firme' aumento intermensual del 0,1% después de avanzar un muy moderado 0,06% en junio".

"Es probable que la inflación general se acelere, ya que el componente energético ya no proporcionará un alivio significativo en julio. Los detalles deberían mostrar que los precios de los bienes básicos siguieron siendo un lastre para la inflación, y las categorías de vehículos actuaron nuevamente como impulsores clave; mientras que es probable que la inflación de la vivienda se recupere modestamente, elevando la inflación de los servicios básicos", valoran.

De cara al futuro, consideran que "la inflación general del IPC hará avances modestos en 2024, terminando el año en 2,8% interanual". "Lo mismo ocurre con el segmento subyacente, pero este último se desacelerará de manera más significativa desde el 4,0% en el cuarto trimestre de 2023", agregan.

EL FOCO, EN SEPTIEMBRE

La atención del mercado se dividirá entre las cifras del IPC y sus implicaciones para la reunión de la Fed de septiembre, para la que se da por descontado el inicio de la flexibilización monetaria, con la duda de si el banco central lo comenzará con un reporte de 25 puntos básicos (pb) o si lo llevará hasta los 50 pb.

Por el momento, las expectativas están abiertas, ya que el consenso de analistas espera un recorte de 25 pb con una probabilidad del 52,5%, mientras que otorga un 47,5% a una bajada de 50 pb, según la herramienta FedWatch de CME.

Stephen Innes, gestor de SPI Asset Management, asegura que "cualquier repunte inesperado" en las cifras del IPC "podría complicar los ya ruidosos pedidos de un recorte significativo de 50 puntos básicos en la reunión del FOMC de septiembre".

"Mientras tanto, se está gestando un cóctel de posibles perturbadores del mercado. Estamos observando una economía estadounidense tambaleante, un Oriente Medio hirviendo al borde del caos y valoraciones bursátiles altísimas, y mucho menos el drama electoral estadounidense: todos ingredientes para una posible agitación. Cualquiera de estos elementos podría ser la chispa que encienda otra ronda de fuegos artificiales en el mercado", añade.

Para Li Xing Gan, estratega de mercados financieros de Exness, el IPC de julio "podría introducir cierta volatilidad en el mercado", aunque también ayudará a "dar forma a las expectativas sobre la trayectoria de recortes de tipos de la Reserva Federal para el año".

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