ep filed - 04 july 2011 baden-wuerttemberg karlsruhe one euro coins will fall onto an euflag the
picture alliance / Uli Deck/dpa - Archivo

La eurozona puede haber evitado la recesión en los últimos compases de 2022, pero aún no se deben lanzar las campanas al vuelo. Así lo creen los estrategas de Bank of America (BofA), que analizan los datos conocidos esta semana en la región del euro y avisan de que las perspectivas para el consumo y la inversión "siguen siendo demasiado sombrías" ante los tipos elevados y la incertidumbre persistente. "El optimismo de cara a la primavera está fuera de lugar", dicen.

"Es probable que la zona euro evite una recesión. Pero eso no significa que tengamos por delante un panorama brillante", afirman estos analistas, que alertan de que tanto los datos reales como las encuestas de crédito muestran que el endurecimiento de la política monetaria se está transmitiendo a la economía real, "con unas condiciones de préstamo más estrictas, una demanda de crédito más débil y una concesión de préstamos más bien a la baja".

Además, a eso se suma que la zona euro aún está "lejos de los niveles previos". Como explican desde el banco estadounidense, la economía de la región "apenas supera el nivel anterior a la crisis y, en conjunto, no esperamos que vuelva a la tendencia ni siquiera a finales de 2024". De hecho, dicen que por países, Italia, Francia y Alemania se sitúan ligeramente por encima de los niveles de actividad del cuarto trimestre de 2019, mientras que España se mantiene por debajo.

Por eso, señalan estos expertos, "seguimos convencidos de que la inflación de la zona del euro puede mantenerse alta durante la mayor parte de este año, pero no vemos cómo esta economía persistentemente por debajo de la tendencia pueda mantener un ritmo de inflación superior al objetivo a largo plazo".

En cualquier caso, también reconocen las "noticias positivas" que han llegado del lado de la inflación, que se ha suavizado en enero al 8,5%. "La inflación de los servicios se está moviendo en la dirección correcta. Ha ido perdiendo impulso, en consonancia con el fuerte efecto de reapertura a lo largo de 2022, y no es el tipo de inflación impulsada por una demanda abundante. Es una buena noticia y está en línea con nuestras previsiones", comentan los estrategas de BofA.

Creen, además, que las cifras no son coherentes con las "preocupaciones de que la demanda genere demasiada inflación un año después". En su opinión, "es probable que la inflación de los bienes básicos empiece a desacelerarse de forma convincente a finales del primer trimestre, principios del segundo", y comentan que, a día de hoy, "la evolución de los bienes básicos representa la principal fuente de riesgo".

LA ECONOMÍA MUNDIAL CRECERÁ UN 2,5%

Por otro lado, los expertos del banco hablan también de sus perspectivas para la economía mundial, que acaban de elevar. Ahora creen que el crecimiento del PIB global será del 2,5% este año. Esta cifra, comentan, está por encima del umbral normal de recesión del 2%, pero por debajo del crecimiento tendencial del 3,3% aproximadamente.

"Ahora pensamos que la zona euro evitará (por los pelos) una recesión, que la recesión estadounidense se retrasará y reiteramos nuestro llamamiento a una fuerte recuperación de China", indican. Y es que "las perspectivas apuntan más a una debilidad persistente que a una recesión", por lo que esperan "una recuperación inferior al 3% de crecimiento en 2024".

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