Podemos se desintegra. La crisis total que atraviesa la formación morada, la peor desde su nacimiento allá por 2014, no solo amenaza al partido, sino también a la estabilidad del Gobierno. El principal 'socio' del Ejecutivo de Pedro Sánchez se tambalea, y con él los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019, que no saldrán adelante si no es con el apoyo de los de Pablo Iglesias.
La pregunta que todos se hacen, además de cómo va a resolver Podemos la crisis que se ha abierto en Madrid tras la decisión de Íñigo Errejón de concurrir a las elecciones de mayo junto a Manuela Carmena y la marcha de Ramón Espinar, es si los problemas de la formación morada van a acabar salpicando al Gobierno. La continuidad de Pedro Sánchez al frente de La Moncloa depende de que sea capaz de aprobar los Presupuestos, y si la tarea ya era difícil antes, ahora se torna mastodóntica.
El problema es que el Gobierno aún no tiene los apoyos necesarios. Sigue precisando los votos a favor de los independentistas, que no tiene garantizados y por los que aún negocia, y ahora no le queda otra que confiar en que pase lo que pase Podemos apoyará las cuentas públicas, que ya han iniciado el trámite parlamentario. La portavoz del Ejecutivo y ministra de Educación, Isabel Celaá, sabedora de la delicada situación que atraviesa la formación morada y de las repercusiones que eso puede tener en la estabilidad del gabinete de Sánchez, se saltó por primera vez su regla de no comentar las circunstancias que atraviesan otros partidos y habló este viernes, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, de lo que puede pasar ahora que la formación de Pablo Iglesias parece hacer aguas.
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Iglesias convoca de urgencia a la cúpula de Podemos tras la marcha de EspinarSegún Celaá, la crisis de Podemos no tiene por qué afectar, ni afectará, al apoyo del partido a los Presupuestos. "El Gobierno tiene auténtica convicción de que su apoyo a los Presupuestos es sólido, convencido y transversal y pensamos que no tendrá ninguna repercusión", dijo la portavoz al ser preguntada al respecto.
Lo cierto es que lo que pueda pasar no está claro, y ni siquiera los expertos son capaces de dar una respuesta unánime. Por ejemplo, el politólogo Eduardo Bayón recuerda que "la división que hay en el grupo parlamentario de Unidos Podemos es máxima" porque hay dos familias claras, la de los 'errejonistas' y la de los 'pablistas', en referencia a los que apoyan a Errejón y los que se decantan por la línea que defiende Iglesias, por lo que eso puede acabar por afectar a las negociaciones de los Presupuestos.
Por su parte, otro analista político, Ignacio Martín Granados, señala que la crisis "debilita la condición de Podemos, su fuerza de negociación", por lo que puede que el Gobierno no encuentre tanto problema a la hora de buscar el apoyo de la formación morada. No obstante, dice, todo dependerá de cómo se desarrollen los acontecimientos, porque se ha visto que en Podemos "cada uno hace lo que cree mejor".
¿RECUPERAR VOTOS?
Lo que está claro es que la crisis de Podemos llega en el peor momento posible. Apenas quedan cuatro meses para las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo, y esta cita en las urnas se torna crucial ya que podría trastocar la composición de muchos gobiernos y las mayorías si se confirma la irrupción de Vox, como ha ocurrido en Andalucía. Sea como sea, para el PSOE puede ser decisivo, y es que la inestabilidad de los de Pablo Iglesias puede o beneficiarle o perjudicarle.
Muchos expertos ven en la crisis del partido morado una oportunidad para que los socialistas recuperen el voto de los ciudadanos que, descontentos con el PSOE, han venido dado su apoyo a Podemos en las últimas elecciones. Sin embargo, otros apuntan a que no es ninguna ventaja, porque de la estabilidad de la formación morada depende la estabilidad de la legislatura, ya que su apoyo se torna crucial para sacar adelante tanto los Presupuestos como otras leyes y propuestas que el Gobierno quiera presentar, dado que el Partido Socialista solo cuenta con 84 escaños en el Congreso. Sea como sea, lo que parece claro es que en el PSOE seguirán muy atentamente lo que ocurra en Podemos y cómo gestiona la dirección que encabeza Iglesias la crisis.