ep archivo   carteles de viviendas en venta en el escaparate de una inmobiliaria
Jesús Hellín - Europa Press - Archivo

La situación de ralentización económica provoca que se reduzca el presupuesto de compra de los demandantes de vivienda, por lo tanto, se restringe la cantidad que están dispuestos a pagar. Ahora, el presupuesto medio en la compra de una vivienda se sitúa en los 180.000 euros, frente a los 185.000 euros de 2022.

La subida del precio de la vivienda obliga a los compradores a decantarse por tipologías más asequibles. Así se refleja en el informe 'La sostenibilidad en la demanda de vivienda en España' elaborado conjuntamente entre Fotocasa y Solvia.

El encarecimiento del precio de la vivienda también impacta en la búsqueda de la tipología, produciendo el cambio de demanda entre casas y chalets por pisos. Los pisos situados en plantas intermedias se convierten en la opción favorita tanto entre los que optan por la compra (42,4%).

En este sentido, la casa o chalet (41,7%) pasa a ser la segunda opción más buscada por los demandantes de vivienda de compra, marcando prácticamente un empate con una diferencia de 0,7 puntos porcentuales con las plantas intermedias. La casa adosada (24,3%) se posiciona como la tercera preferencia de este tipo de perfil, seguida de los pisos situados en plantas bajas (19,1%), los áticos (18,6%) y los dúplex (17,9%).

En 2023, la vivienda de segunda mano cobra protagonismo, experimentando un ligero crecimiento en el interés de los encuestados (2,6 puntos porcentuales) respecto al año anterior. Por el contrario, la demanda de obra nueva se ajusta hasta el 20,1%. De esta manera, mientras que el 26,6% de los que prefieren comprar una nueva vivienda se decantan por la segunda mano, el 25,6% optan por la compra de una vivienda de obra nueva.

También se observa una modificación en el orden de motivaciones que empujan a la demanda de compra a buscar una nueva vivienda. Mientras que este año la búsqueda de la primera vivienda se convierte en la principal motivación entre aquellos que quieren comprar un inmueble (34,3%), la búsqueda de una vivienda más grande (28,4%) era la principal razón en 2022, aspecto que ocupa la segunda posición en esta ocasión.

Tener una vivienda con extras (13,5% frente al 23,1% en 2022), tener una vivienda más sostenible (12,8% frente al 20% en 2022) o querer cambiar de barrio (11,3% frente al 15,9% en 2022) son otras de las principales motivaciones que empujan a los propietarios a querer comprar una casa.

"El aumento de la inflación y el endurecimiento del acceso a la financiación ha impactado en el bolsillo de los ciudadanos compradores de vivienda, obligando a que acomoden la demanda hacia requisitos más asequibles. Cambian la preferencia de la obra nueva por la segunda mano, ajustan su búsqueda a los pisos por encima de las casas y ahora prima la encontrar una primera vivienda, frente al año pasado que había un mayor interés en mejorarla. Sin embargo, la gran mayoría sigue eligiendo una vivienda sostenible, por el ahorro que supone en las facturas de los suministros, por una mejora en los materiales y por un impacto medioambiental más positivo. De hecho, aumentan quienes están dispuestos a pagar un mayor porcentaje por una vivienda sostenible", comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.

"Esperamos que 2023 cierre con incrementos de precio no superiores al 2,5%. Este crecimiento, sumado al contexto económico actual, está provocando que el valor de los inmuebles residenciales se esté convirtiendo en un factor determinante a la hora de comprar. Así, la búsqueda de la primera vivienda es una prioridad de los españoles, por encima del tamaño o los extras ofrecidos. En el caso de la sostenibilidad, sigue siendo importante para las personas en búsqueda de casa, pero todavía existe un sector de la población que considera una barrera el sobrecoste que supone", apunta Víctor González, director de Marca, Comunicación y Sostenibilidad de Solvia.

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