Italia ha vuelto a poner nerviosos a los mercados... y a Bruselas. El órdago de la Liga Norte de Matteo Salvini al dar por rota la coalición de gobierno con el Movimiento 5 Estrellas (M5S), presentando una moción de censura contra el primer ministro Giuseppe Conte, acerca el adelanto electoral. Si al final se confirma, la nueva cita en las urnas podría celebrarse entre octubre y noviembre, en el peor momento, ya que es justo cuando el país, igual que el resto de sus colegas europeos, debe presentar el presupuesto a la Comisión Europea.
El intento de Salvini por tomar el control total del Gobierno italiano puede costarle otro disgusto al país, que verá cómo se tensa aún más su relación con Bruselas si hay elecciones. Todos los expertos coinciden: la cuestión más importante a plantear es quién prepararía el proyecto presupuestario en una situación como esta, con el gabinete roto y con los partidos más preocupados por la campaña que por cumplir con la UE. Como recuerdan desde Société Générale, si hay comicios y se celebran en octubre/noviembre, "chocarían con el calendario presupuestario de 2020".
Antes del 27 de septiembre el Gobierno italiano debe presentar la primera versión de los Presupuestos al Parlamento, y antes del 15 de octubre debe remitirlos a la Comisión Europea para su evaluación. Esto está previsto en el calendario para el llamado Semestre Europeo, durante el cual el Ejecutivo comunitario examina los presupuestos de los países de la UE antes de que sean oficialmente adoptados.
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La crisis de Gobierno en Italia dispara su prima de riesgo y la rentabilidad del bonoLa cuestión es si Roma presentará unas cuentas que incluyan las promesas de la coalición (más gasto social y en infraestructuras, bajadas de impuestos...) o si, por el contrario, se optará por un proyecto de política constante, manteniendo las cifras del presente ejercicio. Ninguna de las dos opciones contentaría a Bruselas, ya que cualquiera de ellas pondría en peligro la reducción del déficit y de la deuda pública, dos de las cuestiones que más ampollas han levantado entre ambas partes en el último año. Sea como sea, la decisión final de Bruselas se conocerá el 30 de noviembre.
Mientras tanto, según el calendario, antes del 20 de octubre la ley de Presupuestos definitiva debe enviarse al Parlamento italiano para su tramitación y aprobación. Cabe la posibilidad de prorrogar las cuentas de 2019 si no se adopta un nuevo presupuesto, pero solo durante cuatro meses.
Así las cosas, el adelanto electoral puede generar más problemas de los previstos. Según Commerzbank, "el crecimiento de Italia seguiría siendo débil, mientras que su deuda pública seguiría siendo elevada", de forma que sería "inevitable" que surgieran nuevos conflictos con la UE. "Italia seguirá siendo el eslabón débil de la zona euro", y eso "conduciría regularmente a conflictos con la Comisión", insisten los expertos del banco alemán. Y por si esto no fuese suficiente, desde Markets.com ponen el acento en otra cuestión: "Las elecciones supondrían nuevos riesgos para la Eurozona, sobre todo porque un gobierno dirigido exclusivamente por Salvini estaría más en desacuerdo con Bruselas".
TODO EN MANOS DE MATARELLA
De hecho, los todos los analistas coinciden en que Salvini ha tomado la decisión de romper definitivamente al calor de las encuestas, que auguran a la Liga Norte una victoria aplastante con casi el 40% de los votos. "La cuestión nunca fue si la coalición italiana se derrumbaría, sino cuándo", remarcan desde Société Générale. Por su parte, los expertos de Oanda recuerdan que "la inestabilidad política no es nada nuevo en Italia. Nadie se sorprenderá de la ruptura de la coalición, pero sí de que dos partidos que tienen poco más en común que un desprecio mutuo por la UE la hayan mantenido unida durante tanto tiempo". Lo más repetido es que el momento actual es "inoportuno" para convocar elecciones. Aunque puede que a Salvini no le salga su jugada como espera, ya que todo está en manos del presidente de la república italiana, Sergio Matarella.
Las próximas elecciones italianas no estaban previstas hasta mediados de 2023
Las próximas elecciones italianas no estaban previstas hasta mediados de 2023, y puede que no sea hasta entonces cuando se celebren. Sobre todo, porque hay otras opciones sobre la mesa. Ahora lo primero que tendrá que hacer Matarella es convocar al Parlamento (está en receso y no estaba previsto que volviese al trabajo hasta el 9 de septiembre) para votar la moción de censura que ha presentado la Liga Norte contra Conte. Si la moción triunfa, el primer ministro perderá la confianza de la Cámara y deberá presentar su dimisión al presidente, que podrá elegir entre dos opciones: intentar constituir un gobierno alternativo o un ejecutivo tecnocrático, o disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones.
En cualquier caso, Commerzbank recuerda que Mattarella "es considerado como un hombre que antepone la estabilidad del país a la agitación política", por lo que cualquier paso que dé, en el sentido que sea, estará muy estudiado. Si hay elecciones, además, habrá que cumplir una serie de plazos. En este sentido Barclays recuerda que según la Constitución italiana, "las elecciones generales deben celebrarse dentro de los 45 y 70 días siguientes a la disolución del Parlamento por el presidente de la república". Como mínimo tendrían que pasar 60 días, es que es el tiempo que, desde el punto de vista logístico, se necesitan para organizar unos comicios.