El riesgo de desaceleración sigue sobrevolando EEUU. A pesar de que la primera economía del mundo se está mostrando, por ahora, resistente al endurecimiento monetario llevado a cabo por la Reserva Federal (Fed), los riesgos para el crecimiento siguen latentes. Es la opinión de dos de los grandes banqueros del país norteamericano que prefieren seguir mostrando "cautela".
Jamie Dimon, presidente y CEO de JP Morgan, ha aludido a los riesgos financieros y geopolíticos como "fuerzas muy poderosas que nos van a afectar en 2024 y 2025", ha señalado a CNBC desde el Foro de Davos.
"Ucrania, la actividad terrorista en Israel, el Mar Rojo, el endurecimiento cuantitativo, que todavía cuestiono si entendemos exactamente cómo funciona eso...", ha agregado.
Por ello, ha optado por mantenerse prudente con la economía, a pesar de que JP Morgan ha registrado unos beneficios netos récord para todo el año 2023 al ganar 49.600 millones de dólares, un 32% más que en 2022. Esta cifra se sitúa por encima del máximo anterior de 48.300 millones de dólares, el cual se alcanzó en el ejercicio fiscal 2021.
Para Dimon, el rally que ha registrado el mercado en el tramo final del año pasado ha tranquilizado a los inversores sobre los desafíos a los que el país tiene que hacer frente, pero cree "que es un error asumir que todo está bien".
"Cuando los mercados bursátiles suben, es como esta pequeña droga que todos sentimos que es simplemente genial. Pero recuerden, hemos tenido mucho estímulo monetario fiscal, así que soy un poco más cauteloso", ha sentenciado.
David Solomon, presidente ejecutivo de Goldman Sachs, también ha mostrado su preocupación por el aumento de los niveles de deuda de EEUU.
"Estoy muy preocupado por la creciente deuda. Es un gran problema de riesgo con el que vamos a tener que lidiar y tener en cuenta, es posible que no suceda en los próximos seis meses", ha dicho en el Foro de Davos.
El banquero ha indicado que si bien el entorno del mercado, excluyendo los problemas geopolíticos, "se siente mejor hoy", ha advertido que la inflación podría seguir siendo más persistente de lo esperado y pesar sobre el crecimiento.
"Sigo pensando que existe el riesgo, particularmente en torno al trabajo, los alimentos y el gas, de que la inflación pueda ser más dura de lo que la gente espera", ha concluido.