Sin efecto visible de las medidas del Banco Central Europeo (BCE). Los precios siguen acelerándose en la eurozona y la inflación conquista un nuevo máximo histórico en octubre. Según la estimación publicada por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria, el Índice de Precios de Consumo (IPC) se elevó hasta el 10,7%, con los precios de la energía y de los alimentos tirando al alza.
Si se analizan los principales componentes de la inflación de la zona euro, se espera que la energía registre la tasa anual más alta en octubre (41,9%, frente al 40,7% de septiembre), seguida de alimentos, alcohol y tabaco (13,1%, frente al 11,8%), bienes industriales no energéticos (6%, frente al 5,5%) y servicios (4,4%, frente al 4,3% de septiembre).
Por países, las subidas más intensas de precios han tenido lugar en Estonia (22,4%), Lituania (22%) y Letonia (21,8%). Entre los diecinueve países de la eurozona, 11 registran una inflación de al menos el 10%. Mientras tanto, las menores subidas de precios se han dado en Francia (7,1%), España (7,3%) y Malta (7,5%).
La tasa de inflación subyacente, es decir, eliminando del cálculo el impacto de la energía, los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, se eleva dos décimas frente a septiembre, con lo que en octubre alcanza el 5%, también récord. Si se excluye únicamente el efecto de los precios de la energía, la tasa de inflación interanual se sitúa en el 6,9%.
"La inflación de la eurozona superó la marca de dos dígitos en octubre. Esto no fue una sorpresa, ya que los datos del viernes pasado a nivel nacional mostraron que las presiones sobre los precios se intensificaron en Alemania, Francia e Italia, a pesar de cierta moderación proveniente de España", destacan los analistas de Oxford Economics, que señalan que "la divergencia entre las tasas de inflación dentro de los países de la eurozona se está intensificando, lo que empeora las cosas para la política monetaria".
Fue el pasado jueves cuando el BCE llevó a cabo otra subida de los tipos de interés, en este caso, de otros 75 puntos básicos. El organismo afirmó que el ritmo de subidas podría ralentizarse. "Esto está en línea con nuestra visión de referencia, que prevé una nueva subida de tipos de 75 puntos básicos entre finales de este año y principios de 2023", añaden.
Para los expertos de Pantheon Macroeconomics los datos de la inflación "son una verdadera pesadilla de Halloween para el BCE" y hacen que "un pivote del organismo (una subida de tipos de 50 puntos básicos en diciembre después de dos subidas de 75 puntos básicos en septiembre y julio) sea menos probable, pero todavía no perdemos la esperanza. Dudamos que los datos de hoy cambien la opinión del BCE, hecha la semana pasada, de que ahora ha logrado un "progreso sustancial" en el retiro de la acomodación monetaria", dicen.
De cara al futuro, esperan que las cifras de inflación de noviembre sigan altas, "antes de sentarse en diciembre, que esperamos que sean un poco más suaves". En cuanto a la inflación subyacente, dudan de que aumente muy por encima del 5%, "si es que lo hace, pero los datos de hoy sugieren claramente que seguirá siendo incómodamente alta y estancada durante más tiempo".
"Los riesgos ahora están firmemente inclinados a la baja para la inflación de la energía, debido a la caída de los precios del gas y el cambio en los efectos de la base año tras año, especialmente en el petróleo. El contrapunto, sin embargo, es que el retraso con el que el salto de este año en los precios mayoristas del gas y la electricidad se está trasladando a los precios regulados indica que aún podrían esperarse más sorpresas desagradables", expresan.