El índice de precios de producción (IPP) de Estados Unidos ha caído en julio hasta el 2,2% en tasa interanual, desde el 2,7% de junio, que ha sido revisado al alza en una décima, según los datos que publica este martes la Oficina de Estadísticas Laborales estadounidense. La cifra ha mejorado las previsiones de consenso, que anticipaban una caída menor, hasta el 2,3%.
Por su parte, la tasa mensual ha mostrado un avance del 0,1% en el séptimo mes del año, en línea con las previsiones y por debajo del 0,2% registrado el mes anterior.
Según el organismo que difunde los datos, "el aumento del índice de demanda final en julio se debe a los precios de los bienes de demanda final, que subieron un 0,6%." Por el contrario, el índice de servicios de demanda final registró una caída del 0,2%.
El índice de demanda final menos alimentos, energía y servicios comerciales ha aumentado un 0,3% en julio, por lo que se acelera desde el 0,1% del mes anterior. Este registro deja la tasa interanual en el 3,3%.
Dentro de los bienes de demanda final, el incremento mensual del 0,6% supone el mayor avance desde el 1,1% de febrero, y "casi el 60% del aumento generalizado de julio se debe al índice de energía, que subió un 1,9%". Por su parte, el coste de los alimentos se elevó un 0,6%.
En lo que respecta a los servicios, el descenso del 0,2% representa la mayor caída desde marzo de 2023, y estuvo liderada por el índice de servicios comerciales, que protagonizó una reducción del 1,3% en julio. Por el contrario, los precios de los servicios de demanda final menos el comercio, transporte y almacenamiento aumentaron un 0,3%.
Dentro de la demanda intermedia, el índice de bienes procesados subió un 0,7% en julio, mientras que los precios de los bienes no elaborados crecieron un 3,6% y los de los servicios treparon un 0,3%.
Los analistas de Oxford Economics destacan que, "dado que los funcionarios están más atentos a los riesgos a la baja para el mercado laboral derivados de una política monetaria restrictiva, el informe será visto favorablemente por los funcionarios de la Fed y respalda el argumento a favor de un recorte de tasas en septiembre, con los precios al productor, en general, estableciéndose en el rango objetivo del 2%".
"No hubo áreas evidentes de preocupación dentro de los componentes del IPP que alimentan el indicador de inflación preferido de la Reserva Federal, el deflactor PCE. Los viajes aéreos aumentaron sólo modestamente, y con la caída de los precios del combustible para aviones en agosto, esto no debería marcar una tendencia alcista. Resulta alentador que los servicios hospitalarios disminuyeran por primera vez en nueve meses", concluyen.