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Mucho se ha hablado en los últimos días de las sorprendente dimisión de la alemana Sabine Lautenschlaeger, que era miembro del Comité Ejecutivo y, por tanto, del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE). Su marcha ha desatado todo tipo de rumores, y se ha llegado a especular incluso que estaba relacionada con la próxima llegada de Christine Lagarde. El problema es que ha dejado un vacío que debe ser ocupado, y los expertos ya avisan de la importancia que tendrá su sucesor, o sucesora, en la política fiscal de la zona euro. Tanto, que puede ser decisiva.

Así lo apuntan los analistas de Pimco en su último informe, titulado 'Baile de sillas en el BCE', en el que explican la relevancia de la elección del sucesor de Lautenschlaeger. No existe una norma escrita, pero la convención sugiere que Alemania, igual que ocurre con Francia, Italia o España, siempre debe estar representada en el Comité Ejecutivo del banco central, que está formado por un total de seis miembros (el presidente, el vicepresidente y otros cuatro miembros). Por eso, dicen desde la gestora, "es casi seguro que el sucesor será un alemán", que debe ser propuesto por el Gobierno germano, después recomendado por el Eurogrupo y finalmente nombrado por el Consejo Europeo.

El nombre de la persona elegida no es un tema menor, ya que "el BCE necesita otra voz creíble y autorizada", además de la de Jens Weidmann, presidente del Bundesbank y miembro del Consejo de Gobierno del banco central, para explicar "en su propio idioma" la política monetaria y las decisiones del organismo "a un público alemán escéptico", recuerdan desde Pimco. Sobre todo en un momento como el actual, en el que el Banco Central Europeo está pidiendo a la política fiscal que "coja el testigo de la monetaria".

El BCE exige una mayor coordinación de la política fiscal y la monetaria en la zona euro porque eso le ayudaría, según dice, a alcanzar sus objetivos. El problema es que el organismo no puede abordar esta cuestión por sí solo porque en la región del euro la política fiscal "está a cargo de 19 gobiernos nacionales diferentes que siguen su propia agenda política", por lo que hasta ahora los pasos que se han dado en busca de una capacidad fiscal común han sido "pequeños y lentos", dicen los expertos de la gestora Pimco.

En su opinión, el BCE tiene que buscar la ayuda de "los gobiernos de los países que tienen margen fiscal y que son lo suficientemente grandes como para marcar una diferencia económica para la zona del euro", es decir, de Alemania, para convencer al resto de países y a los ciudadanos de que "la mejor manera de salir de las tasas negativas impopulares y de las compras de activos" es apoyar la expansión fiscal. Parece que en Alemania son cada vez más receptivos a esta idea y ya se plantean abandonar su política del 'cero negro' (equilibro presupuestario), aunque lo cierto es que el Ejecutivo germano no ha dado aún ningún paso en este sentido, pese a los esfuerzos del presidente del BCE, Mario Draghi, y los suyos.

Sin embargo, en Pimco creen que no está todo perdido, y que, de hecho, la llegada de Lagarde, que sustituirá a Draghi una vez expire su mandato el próximo 31 de octubre, traerá un "nuevo impulso" en el intento por lograr una política fiscal común. "Es una hábil negociadora y comunicadora y mantiene estrechas relaciones con los principales políticos de la zona del euro", defienden los expertos de esta gestora.

OTRA MUJER

Lautenschalaeger se fue sin que se hayan explicado los motivos, lo que ha dado paso a las especulaciones y ha generado dudas en torno al BCE y a la cohesión de sus miembros. No obstante, dice Pimco, si se elige a la persona correcta se podría acabar de un plumazo con estos rumores. Desde la gestora apuntan que lo más seguro es que sea una mujer quien ocupe el sillón dejado por la alemana, "dado el casi grotesco desequilibrio de género en el Consejo de Gobierno". Y es que en el principal órgano decisorio del BCE, formado por 25 miembros, Christine Lagarde será la única mujer tras la dimisión de Sabine Lautenschlaeger, por lo que "parece bastante probable que Alemania proponga una candidata femenina".

Actualmente son siete los nombres que se barajan en los medios como posibles sustitutos:

-Elga Bartsch, jefa de investigación económica y de mercado en BlackRock, miembro del 'Consejo en la Sombra' del BCE (un comité de sabios que sugiere al banco central la línea a seguir, pero cuyas opiniones no son vinculantes) y anteriormente co-directora del área de economía y economista jefe europea en Morgan Stanley.

-Ulrich Bindseil, director general de Infraestructura de Mercado y Pagos del BCE, anteriormente director general de Operaciones de Mercado.

-Claudia Buch, vicepresidenta del Bundesbank, anteriormente profesora de Economía en la Universidad de Tuebingen y miembro del Consejo Alemán de Expertos Económicos (un organismo que asesora al Gobierno y Parlamento germanos en las grandes decisiones económicas).

-Marcel Fratscher, presidente del Instituto de Investigación DIW Berlin y profesor de Economía en la Universidad Humboldt de Berlín, anteriormente director de Análisis de Política Internacional del BCE.

-Joerg Kukies, viceministro de Finanzas de Alemania, anteriormente co-director general de Goldman Sachs International en Frankfurt.

-Isabel Schnabel, profesora de Economía Financiera en la Universidad de Bonn y miembro del Consejo Alemán de Expertos Económicos.

-Volker Wieland, profesor de Economía Monetaria en la Universidad Goethe de Frankfurt, miembro del Consejo de Expertos Económicos, anteriormente economista senior en la Junta de la Reserva Federal (Fed) de EEUU.

"Cada una de las tres mujeres de la lista -Elga Bartsch, Claudia Buch e Isabel Schnabel- sería una excelente elección" porque "aportaría conocimientos económicos adicionales pertinentes a un Consejo Ejecutivo que carece ligeramente de economistas capacitados", concluye Pimco.

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