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La crisis del coronavirus ha obligado a todos los países a aprobar una batería de medidas de estímulo fiscal y de apoyo al mercado laboral para tratar de minimizar las consecuencias de la pandemia. Son muchas y muy variadas las decisiones que se han adoptado, pero ahora los analistas advierten sobre las consecuencias que podría tener 'pasarse de frenada' con ellas. Los de BNY Mellon, por ejemplo, afirman que demasiadas ayudas a empresas o trabajadores pueden acabar provocando una "economía zombie".

Como explican estos expertos en uno de sus últimos informes, en el que analizan los posibles escenarios de recuperación que se pueden dar una vez pase el brote, hay que evaluar muy bien todas las medidas que se toman, y durante cuánto tiempo, si se quiere evitar que la economía entre en una suerte de letargo.

BNY Mellon analiza algunas de las medidas que ha adoptado la Administración de Donald Trump, pero lo cierto es que las consideraciones que hace sobre ellas son perfectamente extrapolables a otros países. En lo que respecta al mercado laboral, los analistas de la entidad estadounidense recuerdan que la media de ingresos semanales de un trabajador a tiempo completo en EEUU en el primer trimestre ha sido de 957 dólares.

Ahora, con la ayuda adicional de 600 dólares semanales que ha asignado el Gobierno a causa del coronavirus, en virtud de la Ley CARES, unida a la prestación por desempleo ya existente, ambas cantidades se unirán de forma que se creará "una posible alternativa a la obtención de un ingreso para alrededor de la mitad de la población activa" del país. Sobre todo después de que EEUU haya perdido más de 30 millones de empleos por el brote en solo seis semanas

"Esto significa que una parte significativa de la fuerza laboral en EEUU podría ser indiferente a elegir entre un cheque de pago real -un trabajo- y la solicitud de beneficios de desempleo", porque en la práctica estarían ingresando el mismo dinero, dicen estos expertos, que creen que "no se pueden subestimar las consecuencias a medio plazo de una fuerza laboral ociosa, aunque sólo sea por unos meses". Sobre todo porque aunque los 600 dólares adicionales de apoyo semanal acabarán expirando y el mercado laboral terminará por ajustarse, la situación que se está creando puede hacer que le lleve más tiempo del debido.

Y la misma afirmación hacen respecto a las ayudas para empresas. BNY Mellon se refiere al programa de préstamos de la Administración de Pequeñas Empresas (SBA, por sus siglas en inglés), que está concediendo créditos garantizados que van desde 500 dólares a 5,5 millones. Y es que cree que el Covid-19 "cambiará los comportamientos permanentemente", por lo que los empresarios deberán ajustar sus modelos de negocio lo antes posible, teniendo en cuenta que "la demanda disminuirá en muchos sectores de la economía (oficinas, entretenimiento...), mientras que aumentará sustancialmente en otros (trabajo desde casa, comunicación virtual...)".

En opinión del banco estadounidense, las políticas para salvaguardar el mercado laboral y las empresas, que se irán eliminando gradualmente, "mantendrán la oferta a flote, mientras que la demanda se reduce", lo que provocará un desajuste. Como dice, esto "puede causar una deflación innecesaria de los precios, reduciendo la volatilidad de los precios de los activos y manteniendo, al mismo tiempo, las trayectorias de crecimiento a medio plazo por debajo del nivel óptimo".

RECUPERACIÓN EN 'U' DESEADA... PERO SERÁ EN 'W'

Por eso cree que sería mucho mejor que la economía experimentase una recuperación en 'U', en vez de en 'V', con la que volvería al nivel en el que se encontraba antes de la pandemia tan rápido como ha caído. La de forma de 'U', con un retorno a niveles pre-crisis mucho más lento, sería "más dolorosa al principio", pero permitiría que "el lado de la oferta de la economía mundial se ajustase a los nuevos patrones de demanda".

Aunque BNY Mellon cree que no se dará ninguna de estas dos formas, sino que la economía dibujará un patrón de recuperación en forma de 'W' (con una segunda caída tras una leve recuperación por un nuevo azote del virus). "Creemos que es el resultado más probable", y en este escenario "el sector público tratará de proporcionar un estímulo político equivalente a una reconstrucción de la capacidad". En opinión de estos analistas, si se da este escenario "la caída de la demanda impulsará la reestructuración del sector empresarial no financiero de todas formas".

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