- La divisa estadounidense sucumbió ante la cuarta caída consecutiva de la inflación subyacente
- Los operadores, escépticos sobre la capacidad de que el banco central lleve adelante sus planes
- El 'billete verde', más dominado por una economía a ralentí y por la tormenta política en Washington que por la Fed
El dólar ha proseguido con las subidas hasta las 1,1150 unidades contra la 'moneda única', su mejor precio desde el 30 de mayo, después del anuncio de la Reserva Federal de los EEUU (Fed) que se mostró claramente dispuesta a proseguir con la normalización de su política en todos sus frentes. Las compras se han acabado imponiendo a pesar del escepticismo que las palabras de la presidente del supervisor levantó entre los inversores que no creen que sea capaz de cumplir con estos objetivos.
La otra protagonista de la jornada, la libra, ha remontado hasta casi los 1,2800 dólares después de que la reunión del Banco de Inglaterra haya mostrado que los partidarios a favor de una subida de tipos se han incrementado hasta 3 de los 8 miembros del comité de política monetaria del banco central. La divisa se ha llegado a apreciar más de un 1% en el día, desde los mínimos de la sesión, por debajo de los 1,2700 dólares, ya que el regulador parece estar respondiendo a la creciente inflación, que se ha disparado hasta el 2,9% en el mes de mayo.
De vuelta a la Fed, cumplió con las expectativas de subida de tipos, dejó el camino completamente despejado para acometer el tercer incremento de tasas proyectado este 2017 y reveló sus planes para reducir su abultado balance de 4,5 billones de dólares. “Yellen se puso del lado de los halcones y presentó un discurso valiente en el que destacó los avances en el mercado laboral y la economía e, inesperadamente, ofreció claridad en la maniobra de la Fed para reducir su balance, pero los operadores simplemente no se la creyeron”, señala Kathy Lien, fundadora de BK Asset Management. En cuanto al último punto, la presidente de la Fed ha anticipado que el primer paso consistirá en ir "reduciendo la reinversión" del dinero procedente del vencimiento de los títulos que tiene ahora en su cartera. Hasta ahora, sigue dedicando todo ese dinero a la compra de títulos, de ahí que el balance no adelgace pese a que la última ronda de expansión cuantitativa, el QE3, finalizó en 2014.
"Los operadores dan señales de que el mensaje demasiado confiado de Yellen se les ha atragantado y hay escasas posibilidades de que giren las tornas para el dólar", Stephen Innes
Pero no fue suficiente. De hecho, hasta fue demasiado, señala Stephen Innes de Market pulse. “Teniendo en cuenta el pesimismo que se ha instalado en los mercados sobre la capacidad del banco central de cumplir con lo prometido, los operadores dan señales de que el mensaje demasiado confiado de Yellen se les ha atragantado y hay escasas posibilidades de que giren las tornas para el dólar”, arguye el experto. La duda que sigue pesando entre los inversores, según Innes es “que la economía de los EEUU no esté funcionando al nivel de rendimiento necesario ni que la inflación marche al ritmo adecuado como para que se justifiquen las expectativas actuales de un aumento más del precio del dinero de los miembros del Comité Abierto de Política Monetaria (FOMC por sus siglas en inglés)”.
Las previsiones de los miembros de la Fed confirman que hay espacio para subir los tipos una vez más en 2017. Ocho de sus integrantes sitúan los intereses a final de año en el 1,25-1,5%; cuatro, en el 1,5-1,75%; y otros cuatro en el 1-1,25% en el que están vigentes desde hoy. Para el próximo año, los miembros prevén hasta tres subidas más de los tipos de interés. De este modo, llegarían al 2-2,25%.
EL DÓLAR, PRESIONADO POR LOS DATOS MACROECONÓMICOS…
Pero ante estas proyecciones, se contrapone la realidad que evidencia Michael Hewson, analista de CMC Markets y es la rebaja de la perspectiva sobre la inflación de este 2017 del 1,9% al 1,6% -aunque se mantienen las de 2018 y 2019 en el 2%-. De hecho, la razón principal para que el dólar no reaccionará con una mayor subida contra sus rivales es que horas antes los débiles datos de inflación de EEUU confirmaron el cuarto declive consecutivo en los precios subyacentes, motivo suficiente como para empezar a considerarlo una “tendencia”, señala el experto.
De hecho la mayor reacción que mostró el ‘billete verde’ durante la jornada del miércoles se produjo después de la publicación de los precios al consumo y de ventas al por menor, mucho menores de lo esperado por el mercado. El IPC subyacente se incrementó al 1,7% interanual en mayo, cayendo al ritmo más bajo de los dos últimos años. La ventas en el dólar no se hicieron esperar y el billete verde cedió a mínimos semanales contra el euro y el yen. Las caídas se frenaron en los mínimos anuales contra la ‘moneda única’, en ls inmediaciones de los 1,1280 dólares y contra el yen se depreció hasta las 109,500 unidades. Después de la Fed, el dólar no hizo más que remontar la depreciación anterior para dejarlo todo igual y recuperar la franja de los 1,1200 dólares, aunque pierde un 0,5% este jueves por debajo de estos niveles de precio.
Desde le punto de vista del análisis técnico, sin embargo, nada ha cambiado sustancialmente. “Correcciones puntuales aparte lo cierto es que no se puede descartar, para las próximas semanas, un movimiento en busca de la parte superior del movimiento lateral de los últimos años”, señala José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía. Este objetivo se ubica en el área de los 1,1500 dólares, explica el experto.
… Y LAS TURBULENCIAS POLÍTICAS EN EEUU
El otro factor que pesa en el ánimo de los inversores y que también explica que el índice del dólar, que mide el desempeño de la divisa contra una cesta de seis monedas rivales, haya dejado un nuevo mínimo anual en las 96,200 unidades, desde donde remonta hasta las 97,00 unidades, es la tormenta política que no cesa sobre el presidente estadounidense, Donald Trump. “La falta de progreso en la agenda de política económica de la administración republicana será una carga onerosa para el dólar este año”, subraya Innes. “Con más bancos centrales uniéndose al club de las rebajas de estímulos, los diferenciales de tipos de interés probablemente jugarán menos favorablemente para el ‘billete verde’, al menos hasta que Trump consiga sacar adelante sus prometidas rebajas fiscales y reforma tributaria. En ese momento el dólar podrá recuperar su corona”, asegura el analista de Market Pulse.
Pero el inquilino de la Casa Blanca cada vez tiene más frentes abiertos. Por ahora, cinco son las comisiones del Congreso que investigan procesos contra Trump. Por si esto fuera poco, casi 200 congresistas y senadores demócratas han presentado una demanda ante un tribunal federal contra el presidente Donald Trump, al que acusan de violar la Constitución al aceptar pagos de gobiernos extranjeros a sus empresas sin autorización del Congreso de Estados Unidos.
En las últimas horas se ha sabido también, según informa el diario 'Washington Post' que un fiscal especial está investigando al presidente por posible obstrucción a la justicia en relación con el ‘Rusiagate’. Esta posible querella llega después de que el exdirector del FBI, James Comey, testificará ante el Senado que el presidente de EEUU que Trump le invitó a abandonar la investigación de los vínculos con Rusia del exasesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn. “Hasta que Trump no ponga orden en su casa, el dólar seguirá bajo presión”, concluye el experto de la firma de análisis económico.