El PMI Caixin del sector servicios de China se ha hundido en marzo hasta 42,0 desde 50,2 de febrero, muy inferior a la previsión, que apuntaba a una subida hasta 53. El dato cae por debajo del nivel de 50, que marca la diferencia entre contracción y expansión.
Se trata de la lectura más baja del PMI de servicios desde el inicio de la pandemia, y refleja un descenso más acusado que el registrado en el índice oficial, que bajó a 46,7 desde 50,5. Cabe recordar que el índice Caixin da mayor peso a las regiones costeras, al sector privado y a las empresas más pequeñas.
"La última oleada de Ómicron ha golpeado duramente a las tres, dado que se localizó primero en Shenzhen y ahora en Shánghai. El resultado fue un gran fallo frente a lo estimado por el consenso, pero sospechamos que el consenso simplemente no se había actualizado tras la encuesta oficial, que dejó claro que se avecinaba una gran caída", comentan los expertos de Pantheon Economics.
La lectura principal de los servicios se refiere a la actividad empresarial, y en ella se produjo el mayor descenso de todos los subíndices. La otra gran caída se produjo en los nuevos pedidos, que pasaron de 51,1 a 45,9. Se vieron caídas mucho menores en los nuevos pedidos de exportación y en el índice de actividad futura, sirviendo este último como barómetro del optimismo sobre el futuro. "El endurecimiento de las políticas del Covid ha supuesto un duro golpe para la actividad actual del sector de los servicios, y empieza a desvanecerse la esperanza de encontrar una solución rápida", añaden estos economistas.
"Si hay un lado positivo, es que el empleo mejoró marginalmente. Esto podría sugerir cierto éxito en los esfuerzos del Gobierno por mantener el sector a flote. Sin embargo, en febrero de 2020 el PMI de servicios cayó a 26,5, y el empleo aumentó considerablemente, para volver a caer en los meses siguientes. Es probable que sea demasiado pronto para evaluar el impacto en el mercado laboral", explican desde Pantheon.
Las presiones sobre los precios disminuyeron ligeramente, ya que el sector está menos expuesto a las turbulencias de los precios mundiales de las materias primas y la inflación.
"Es difícil ver cómo los datos de actividad de marzo pueden ser otra cosa que pésimos, sobre todo en comparación con las cifras de enero y febrero. Mientras tanto, los casos de Covid siguen aumentando, incluso en algunas zonas sometidas a restricciones estrictas, por lo que parece casi seguro que también habrá otro resultado débil en abril", concluyen estos expertos.