El índice IHS Markit PMI del sector manufacturero español ajustado estacionalmente, un índice compuesto diseñado para proporcionar una indicación del comportamiento del sector manufacturero, se situó en 47,7 en septiembre frente al 48,2 esperado y al 48,8 del mes previo.
Esta cifra marca la cuarta contracción mensual consecutiva en el sector y señala el mayor deterioro desde abril de 2013. El índice PMI reveló tendencias similares para la producción y los nuevos pedidos, y estas dos variables también han indicado el máximo declive de casi seis años y medio. Algunos de los encuestados incidieron en el deterioro de las condiciones de la demanda, tanto en el mercado doméstico como en el internacional. Se ha señalado ampliamente a la incertidumbre política y económica, y estos factores ayudaron a explicar la caída más intensa de los nuevos pedidos para exportaciones desde julio de 2012.
Los productores de bienes de capital siguieron siendo los más afectados en septiembre y sus empresas registraron caídas de la producción y los nuevos pedidos. En contraste, y siguiendo con la tendencia observada durante los últimos doce meses, el subsector de bienes de consumo continuó arrojando los mejores resultados, expandiéndose a un ritmo sólido.
Se observó una destrucción de empleo por quinto mes consecutivo, aunque a un ritmo ligeramente más lento, mientras que se recortó la actividad de compra con la mayor intensidad observada desde abril de 2013. Algunas empresas expresaron su deseo de optimizar las existencias en sus unidades y de liberar en la máxima medida posible el capital circulante. Se registraron reducciones de los stocks de compras y de productos terminados en septiembre, aunque en ambos casos a un ritmo más moderado que en el mes anterior.
Paul Smith, director económico de IHS Markit, subrayó que, tras las recientes mejores en el PMI, ha habido una vuelta a la tendencia a la baja durante el mes de septiembre. "El peor desempeño del sector desde la primavera de 2013 se caracterizó por fuertes reducciones de la producción, nuevos pedidos y compras. Las incertidumbres políticas y económicas en toda Europa y el resto del mundo están pesando claramente sobre el economía manufacturera del país, especialmente para los productores de bienes de capital", señala Smith. "También parece que hay pocas esperanzas de un cambio rápido. La confianza en el futuro ha caído a su nivel más bajo en más de seis años y medio, a medida que los problemas políticos nacionales e internacionales, como el Brexit, muestran pocos signos de ser resueltos", añade.