El Producto Interior Bruto (PIB) de Japón, la tercera mayor economía mundial, registró en 2020 una contracción anual del 4,8%, la primera desde la crisis financiera de 2009. Y todo ello pese a la expansión del 3% que se ha observado en la economía nipona en los tres últimos meses del año, tras el rebote del 5,3% registrado en el tercer trimestre.
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El Banco de Japón mejora sus previsiones de crecimiento para 2021 y 2022Así se desprende de la primera estimación del dato publicada por el Gobierno japonés. En concreto, la contracción de la actividad en la economía por causa de la crisis del Covid-19 fue menos intensa que la registrada en 2009 por la crisis financiera que desembocó en la Gran Recesión, y que provocó una caída del PIB del 5,7%.
En el año 2020, el consumo privado experimentó una caída anual del 5,9%, frente al descenso del 0,3% de 2019, incluyendo una bajada del 6,3% del consumo de los hogares, mientras que el consumo del Gobierno aumentó un 2,7%, frente al 1,9% del año anterior. De su lado, la formación bruta de capital fijo por parte de las empresas retrocedió un 4,1% en el año, después de aumentar un 0,9% en 2019.
Asimismo, la balanza comercial japonesa registró una aportación negativa de dos décimas en 2020, con una retroceso del 1,4% de las exportaciones y del 0,4% de las importaciones.
En el cuarto trimestre de 2020, el PIB de Japón creció un 3% interanual, después de la expansión del 5,3% observada en el tercer trimestre, tras las caídas del 8,3% entre abril y junio, así como del 0,6% entre enero y marzo de 2020.
El consumo privado en el cuarto trimestre creció un 2,2%, frente al repunte del 5,1% del tercer trimestre, mientras que el gasto del Gobierno aumentó un 2%, ocho décimas por debajo del incremento observado entre julio y septiembre. De su lado, la formación bruta de capital fijo aumentó un 3,2% en el último trimestre, tras caer un 2,2% en el tercero.