El producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos registró un crecimiento anualizado del 3,1% en el primer trimestre de 2019, lo que representa un alza de nueve décimas con respecto al incremento del trimestre inmediatamente precedente, según la tercera estimación del dato publicada este jueves por la Oficina de Análisis Económico del Gobierno (BEA, por sus siglas en inglés).
De esta forma, el organismo gubernamental ha decidido mantener el crecimiento de la economía estadounidense entre enero y marzo con respecto a la segunda estimación, cuando se revisó a la baja una décima el pronóstico.
La tercera revisión ha modificado las aportaciones al crecimiento del PIB. Ahora, la variable que más contribuyó al crecimiento fue la inversión privada, que experimentó un crecimiento anualizado del 6%, frente al incremento del 3,7% del cuarto trimestre del año pasado.
En segundo lugar se situó la balanza comercial, después de que aumentaran un 5,4% las exportaciones (seis décimas más que en la anterior estimación) y descendieran un 1,9% las importaciones (seis décimas menos).
De su lado, el gasto de los consumidores experimentó un crecimiento del 0,9% en el inicio del año, 1,6 puntos porcentuales menos que el alza del trimestre anterior, tras haber registrado un menor crecimiento en el consumo de bienes y servicios.
El organismo también ha informado de que los ingresos personales disponibles de los estadounidenses aumentaron un 2,5%, lo que equivale a 2,2 puntos porcentuales menos que entre octubre y diciembre. Asimismo, la tasa de ahorro personal creció en dos décimas, hasta situarse en el 6,7%.