El Producto Interior Bruto (PIB) de EEUU cayó un 1,6% en el primer trimestre de 2022, según la lectura final publicada por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio estadounidense. La cifra supone una décima más que la contracción del 1,5% reflejada en la segunda estimación publicada en el mes de mayo. El consenso esperaba una contracción del 1,5%.
El Departamento de Comercio ha explicado que el menor crecimiento final "refleja principalmente una revisión a la baja de los gastos de consumo personal (PCE), que fue compensada en parte por una revisión al alza de la inversión privada en inventarios".
Las revisiones a la baja del gasto de los consumidores, el principal motor de la economía, son negativas porque se producen cuando la economía en general muestra signos de desaceleración.
El dato muestra además una importante desaceleración frente al crecimiento del 6,9% registrado en el cuarto trimestre de 2021.
El informe ha señalado también que Ómicron dio lugar a “continuas restricciones e interrupciones” en la actividad económica, pero ha añadido que los efectos económicos completos de la pandemia de Covid-19 “no pueden cuantificarse en la estimación del PIB para el primer trimestre, porque los impactos están generalmente integrados en los datos fuente y no pueden identificarse por separado”.
Esta contracción del PIB ha reflejado además las menores aportaciones de las exportaciones, el gasto del gobierno federal, la inversión en inventarios privados y el gasto de los gobiernos estatales y locales.
La caída de las exportaciones ha sido consecuencia de los menores volúmenes generalizadas en los bienes no duraderos. En el caso del menor gasto del gobierno federal, ha venido motivado por una disminución en el gasto de defensa en bienes y servicios intermedios.
Asimismo, la reducción de la inversión privada en inventarios ha estado liderada por recortes en el comercio mayorista (principalmente vehículos motorizados), así como en la minería, los servicios públicos y la construcción (en particular, los servicios públicos).
Dan Boardman-Weston, director ejecutivo y director de inversiones de BRI Wealth Management, ha señalado que estos datos indican que "cada vez parece más probable que la economía de EEUU entre en recesión en algún momento durante el próximo año, pero la pregunta en la mente de todos es lo grave que podría ser. La imagen se volverá cada vez más clara a medida que nos adentremos en la segunda mitad de 2022”.
