El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos avanzó a un ritmo del 4,2% en el segundo trimestre. El dato se ha revisado ligeramente al alza desde el 4,1% de la primera estimación. El consenso esperaba que el porcentaje se mantuviera en el 4,1% inicial.
De esta manera, la economía estadounidense confirma su excelente 'momento de forma', impulsada por la rebaja de impuestos aprobada por la Administración Trump a finales del año pasado y por el aumento del gasto público. Tras el dato, Wall Street registra subidas muy moderadas.
Tanto el gasto de los consumidores como la inversión empresarial crecieron a un fuerte ritmo, lo que permitió que la actividad avanzara a su mayor ritmo desde principios de siglo. Como muestra, la confianza de los consumidores mostró este martes que se encontraba en máximos de los últimos 18 años.
Anthony Kurukgy, experto de Foenix Partners, comenta que si la Reserva Federal (Fed) necesitaba un indicador económico final para respaldar una nueva subida de tipos en su reunión de septiembre, "la lectura del PIB habrá proporcionado precisamente eso".
Kurukgy destaca que el crecimiento de EEUU ha vuelto a sus niveles previos a la crisis financiera de 2008, por lo que los inversores seguirán apostando por una subida adicional de los intereses en el mes de diciembre "si el crecimiento continúa en el cuarto trimestre".
"Le guste o no a Washington, septiembre puede no ser la última vez que la Fed apriete la política monetaria este año", concluye este analista, en referencia a las críticas de Donald Trump al banco central por su política de subidas graduales en los tipos de interés, con el objetivo de evitar un recalentamiento económico.