Las peticiones semanales de desempleo en EEUU han ascendido hasta las 219.000, en la semana del 30 de septiembre, desde las 190.000 registradas en los siete días previos (aunque el dato se ha revisado a la baja desde 193.000), según los datos publicados por el Departamento de Trabajo estadounidense. Esta cifra se ha situado por encima de las previsiones del consenso, que anticipaban 200.000. Es el mayor aumento semanal registrado desde junio.
Por estados, los mayores incrementos se dieron en Ohio (+1,586), Carolina del Norte (+289), Tennessee (+286), Arkansas (+38) y Arizona (+35), mientras que los mayores descensos se registraron en Michigan (-5,715), Nueva York (-1,404), New Jersey (-1,400), Missouri (-966) y Georgia (-799).
La media móvil de las últimas cuatro semanas se situó en 206.500, ligeramente por encima de las 206.250 de la semana anterior.
Con relación a las solicitudes de prestaciones regulares, registraron un crecimiento hasta 1.361.000, desde las 1.346.000 y empeorando significativamente las previsiones del consenso, que anticipaban 1.286.000.
VALORACIÓN DE LOS EXPERTOS
Los analistas de Oxford Economics indican que si esta tendencia alcista persiste, "sería consistente con otros indicadores recientes que apuntan a cierta relajación de las condiciones del mercado laboral".
En este sentido, apuntan a que cualquier relajación de las condiciones del mercado laboral será bien recibida por la Fed, aunque ello "no cambiará los planes del FOMC de seguir subiendo las tasas en un esfuerzo por reducir la inflación. El mercado laboral aún debería caracterizarse como ajustado, con la proporción de vacantes de empleo para trabajadores desempleados aún elevada en agosto a pesar de una pequeña disminución".
Desde Pantheon Macroeconomics afirman que el aumento de las peticiones se trata tan solo de un "rebote", pero no de un cambio de tendencia. La cifra siguen siendo "extraordinariamente baja como parte de la fuerza laboral".
"Un aumento rápido parece poco probable, porque muchas empresas todavía reportan grandes dificultades para encontrar y mantener personal, por lo que el listón para despedir a la gente probablemente sea mucho más alto de lo habitual", consideran.