Las previsiones apuntan a que el débil gasto de los consumidores en la eurozona persistirá en lo que queda de 2023 y principios de 2024. "Las perspectivas a corto plazo para el consumo privado son precarias", dicen en Oxford Economics. Después de que los últimos datos de ventas minoristas hayan confirmado que los consumidores no estaban de humor para gastar en el tercer trimestre, "creemos que el gasto de los consumidores también se estancó en el cuarto trimestre", añaden en Pantheon Macroeconomics.
Pero a la caída del volumen del comercio minorista se une que la confianza del consumidor ha disminuido y que los flujos de préstamos a los hogares continúan su fuerte tendencia a la baja.
La alta inflación y la caída de los ingresos reales en los últimos 12 meses son los factores que principalmente han frenado el consumo. Pero a esto se ha sumado un obstáculo importante: la política monetaria restrictiva llevada a cabo por el Banco Central Europeo (BCE).
"Si bien la elevada inflación, que provocó caídas sin precedentes de los ingresos reales, ha sido el principal lastre para el gasto de los hogares durante los últimos cuatro trimestres, creemos que ahora ha tomado el relevo una política monetaria restrictiva", señalan los analistas de Oxford Economics.
Como explican, se ha registrado una reducción del gasto actual en favor del ahorro para el futuro, a medida que el aumento de los tipos de interés inducido por las políticas hace que el ahorro sea más atractivo. "Creemos que este canal está funcionando con fuerza, ya que la tasa de ahorro de los hogares ha aumentado aún más en los dos últimos trimestres por encima del promedio anterior a la pandemia. Esto a pesar del gran volumen de exceso de ahorro que acumularon los hogares durante la pandemia, lo que sugiere que los tipos de interés más altos sobre los ahorros están logrando inducir a los hogares a posponer el gasto hoy en favor de mayores rendimientos en el futuro".
Además, la subida de tipos también ha influido en el aumento de los costes de pago de la deuda. Sin embargo, los expertos consideran que esto juega un papel pequeño en la reducción del consumo: "Este canal es más débil que en el pasado debido a las fijaciones de tasas mucho más prolongadas sobre los préstamos al consumo, lo que resulta en una transmisión más débil y más prolongada de los aumentos de tipos oficiales. Pero si bien ha disminuido, se suma al lastre general de una política monetaria restrictiva sobre el consumo, ya que ahora una mayor proporción de los presupuestos de los hogares tiene que destinarse al servicio de la deuda".
Los indicadores adelantados sugieren que es poco probable que el cuarto trimestre sea mucho mejor. "Creemos que el gasto de los consumidores también se estancó en el cuarto trimestre", después de que el informe de ventas minoristas de la zona euro ayer confirma que los consumidores no estaban de humor para gastar en el tercer trimestre, destacan en Pantheon Macroeconomics.
"Es cierto que la restricción de los ingresos reales debería llegar a su fin, ya que la inflación continúa cayendo y el crecimiento de los salarios sigue siendo elevado. Pero la confianza de los consumidores disminuyó ligeramente en octubre, a medida que se deterioraron las perspectivas de los consumidores sobre su situación financiera durante el próximo año. Este subcomponente de la medida de la Comisión Europea sobre la confianza del consumidor apunta a una caída general del gasto de los consumidores en la zona euro en el cuarto trimestre", comentan.
¿Se recuperará el consumo el próximo año? En Oxford Economics vaticinan que el repunte del crecimiento del consumo privado el próximo año estará sujeto a varios riesgos a la baja. "Si se materializan, esto podría ampliar la debilidad que anticipamos en el gasto de los consumidores de la eurozona. Múltiples obstáculos, en particular una política monetaria restrictiva junto con una mayor cautela de los consumidores, podrían limitar el impulso de la reanudación del crecimiento de los ingresos reales".
Aunque esperan que el consumo contribuya positivamente al crecimiento el próximo año, calculan que el aumento relativamente tímido lo dejará un 6% por debajo de la tendencia prepandémica para finales de 2024.