Las peticiones semanales de subsidio por desempleo en EEUU han tocado su nivel más bajo desde que comenzó la pandemia de coronavirus en la semana que finalizó el 29 de agosto. En concreto, sumaron 881.000 nuevas solicitudes, frente al millón de la semana anterior.
Por Estados, la región que más peticiones registró durante la semana pasada fue California, con 236.874 solicitudes, por delante de Nueva York (63.355) y Texas (56.759).
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Según ha confirmado el Departamento de Trabajo, también se han revisado al alza las cifras de la semana finalizada el 22 de agosto en 5.000 demandantes de ayuda, por lo que las peticiones de la semana pasada fueron, finalmente, de 1,011 millones.
El número de parados receptores del subsidio por desempleo mantuvo la tendencia a la baja de las semanas anteriores, hasta situarse 14,496 millones de beneficiarios. Se trata de la cifra más baja registrada por el Departamento de Trabajo desde mediados de abril, y representa una caída semanal de 1,238 millones de personas.
Desde que la Administración comenzó a informar de que las peticiones se estaban viendo afectadas por el Covid-19, un total de 59,6 millones de estadounidenses han solicitado acogerse a este tipo de prestación.
"MUCHA GENTE SIGUE SIN TRABAJO"
Por eso la valoración que hacen los analistas es tajante: "Ajustado a la temporada o no, mucha gente sigue sin trabajo", dicen desde Oxford Economics. En esta firma apuntan que la disminución que se ha registrado se debe "en gran medida" al cambio que ha hecho el Departamento de Trabajo en el proceso de ajuste estacional. "Los datos muestran que los despidos siguen siendo generalizados y la recuperación del mercado laboral se está produciendo a un ritmo frustrantemente lento", remarcan estos expertos.
Por su parte, desde Pantheon Macroeconomics también hablan del cambio en el conteo de Trabajo para explicar los datos y señalan que "el ritmo de despidos sigue siendo muy alto", y parece que "la proporción de personas recién despedidas que encuentran rápidamente otro trabajo está disminuyendo", lo que puede suponer un importante problema para la economía estadounidense. "Las cifras siguen siendo sombrías", concluyen estos analistas.
