La economía estadounidense añadió 273.000 nuevos puestos de trabajo en febrero, lo que hizo que la tasa de paro cayese de nuevo al 3,5%, el nivel más bajo de los últimos 50 años. Sin embargo, el coronavirus ya se perfila como una amenaza para la contratación, que podría frenarse en los próximos meses, lo que ha hecho saltar todas las alarmas.
Lo que muestra el informe de empleo de febrero es que la economía estadounidense estaba en muy buena forma antes de que el coronavirus comenzara a pasar factura. Hasta ahora, el daño ha sido limitado, pero podría crecer en los próximos meses hasta que se contenga el virus.
La contratación fue más fuerte entre los proveedores de atención médica, restaurantes, empresas de construcción y el gobierno. Los restaurantes y bares sumaron 53.000 puestos y el empleo del Gobierno aumentó en 45.000, incluidos 7.000 trabajadores temporales. Mientras, las empresas constructoras aumentaron el empleo en 42.000 trabajadores, marcando el segundo gran aumento consecutivo. Por el contrario, el empleo cayó ligeramente entre los minoristas y las empresas de transporte.
En cuanto a los salarios, aumentaron en 9 centavos la hora, hasta situarse en los 28,52 dólares por hora en febrero. Sin embargo, el aumento en el sueldo de los últimos doce meses cayó al 3% desde el 3,1%.