Países Bajos ha entrado en recesión técnica. La economía holandesa, quinta potencia de la zona euro, ha registrado en el segundo trimestre de año una contracción del 0,3%, después de que su Producto Interior Bruto (PIB) se redujera un 0,4% en los tres primeros meses de 2023, según datos de la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.
Se trata de la primera vez que Países Bajos entra en recesión desde la pandemia, cuando el país se paralizó para frenar el avance del coronavirus.
En esta ocasión, la reducción del crecimiento económico ha venido motivada por la caída del gasto de los consumidores, el retroceso de las exportaciones y la escasez de mano de obra.
Asimismo, según el economista jefe de la oficina nacional de estadísticas CBS, Peter Hein van Mulligen, citado en la televisión pública neerlandesa NOS, el endurecimiento monetario llevado a cabo por el Banco Central Europeo (BCE) en su lucha contra la elevada inflación ha sido otro de los causantes de caída del PIB holandés.
La entrada en recesión de Países Bajos se produce en un complicado momento político, después de que el primer ministro, Mark Rutte, dimitiera de su cargo el pasado mes de julio por diferencias sobre la política de asilo con sus socios de coalición.
La ministra de Asuntos Económicos, Micky Adriaansens, ha señalado a agencia de prensa neerlandesa ANP, que el Gobierno, que no puede emprender nuevos planes al estar en funciones, se compromete a "garantizar suficiente poder adquisitivo para los consumidores y un clima de negocios estable".
"Ahora se necesita estabilidad y previsibilidad, por lo que debemos tener cuidado de no perturbar la economía y también de aumentar los impuestos", ha agregado.
La entrada en recesión de Países Bajos contrasta con la situación de la eurozona, donde el PIB ha registrado un crecimiento del 0,3% en el segundo trimestre.
