Madrid va a recibir en torno a un millones de visitantes desde hoy hasta el próximo 8 de julio, para participar en una de los eventos que más gente concentra en todo el año, el Orgullo 2018. El impacto económico del evento oscilará entre los 150 y los 200 millones de euros, una cifra que supera los 115 millones de la edición pasada en la que Madrid fue la sede del Orgullo Mundial.
La ciudad, las asociaciones LGTB y el sector servicios aúnan esfuerzos para que la gran fiesta del Orgullo LGTB (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) supere todos los récords, a sabiendas del impacto económico que supone este evento anual.
Luis Pacheco, presidente de COCEM, calcula que este año el gasto medio por visitante rondará los 500 euros. Los sectores más beneficiados serán el comercio téxtil y de complementos, el ocio nocturno, las joyerías y el calzado.
El festival atrae a un turismo numeroso y muy concentrado en poco tiempo, una característica que se refleja en los ingresos que genera. “El gasto medio diario del turista LGTBI es entre un 30% y un 40% más alto que el de un visitante generalista”, ha explicado Hilario Alfaro, presidente de Madrid Foro Empresarial. Ha señalado, además, que esta festividad ayuda a “consolidar” la imagen de Madrid.
Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid ha destinado alrededor de cinco millones de euros para este evento, ya que aunque el Consistorio no lidera la organización, sí colabora con aportaciones a los organizadores. Además, parte de este presupuesto va destinado al despliegue y el refuerzo de los diferentes servicios necesarios para su buen desarrollo, como el aumento del transporte o la seguridad.
Madrid da así el pistoletazo de salida a un evento que convierte a España, más aún si cabe, en uno de los enclaves favoritos para el colectivo LGTB, cuyo turismo deja más de 6.000 millones de euros en la economía cada año, de acuerdo a las estimaciones del Gobierno.
