ep la ministra de hacienda en funciones maria jesus montero interviene en la primera sesion plenaria
La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero.Eduardo Parra - Europa Press

Dos noticias de este viernes. Por un lado, Natixis alerta de que "si no ahorras lo suficiente para la jubilación, vivirás en la pobreza". Así, sin paños calientes. Por otro lado, la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, busca una vía para revalorizar las pensiones más del 0,25% que contempla la ley actual antes de las elecciones para tratar de ganar votos o, al menos, no perderlos.

Estas dos noticias muestran bien a las claras uno de los grandes problemas, si no el mayor, que tiene España: la negación de la realidad sobre el sistema de pensiones. O, mejor dicho, los universos paralelos en que se mueven todos los Gobiernos, sean del signo que sean, los ciudadanos y la realidad.

Según los primeros, las pensiones están garantizadas y no hay nada de qué preocuparse; sigan votando tranquilos. Los ciudadanos, más o menos influidos por esas palabras, creen mayoritariamente que la Seguridad Social les "guarda" sus cotizaciones en una hucha para cuando se jubilen. Y la realidad es que el sistema actual ya es deficitario y será insostenible en pocos años. Es cierto que Natixis es juez y parte porque vende fondos de inversión y planes de pensiones, pero eso no cambia la situación.

Sin embargo, nadie se atreve a decírselo claramente a los españoles. Ocho millones de pensionistas son ocho millones de votos, y, en todo caso, todos somos futuros pensionistas. El único que se atrevió a dar un primer tímido paso fue Mariano Rajoy, pero sus medidas fueron desmontadas por el Pacto de Toledo -sí, ese que pretendía sacar las pensiones del debate político- tras la moción de censura... con el apoyo del PP para que no le acusen de querer recortar las pensiones.

No se trata de una cuestión política o ideológica, sino puramente demográfica. Cada vez nacen menos niños y las generaciones que se incorporan al mercado laboral son mucho menos numerosas que las que se jubilan. Añádase que cada vez vivimos más porque aumenta la esperanza de vida y que las pensiones son más altas porque se jubila gente que ha cotizado toda su vida y que cobra sueldos elevados; por eso, el gasto en pensiones bate récords cada mes. Da igual quién gobierne: con un sistema de reparto como el actual (no se 'guarda' lo que cotiza cada uno para cuando se jubile, sino que se reparte entre los jubilados actuales), no habrá recursos para pagar las pensiones. Así de simple.

De hecho, ya no los hay. Después de esquilmar la hucha de las pensiones -el fondo de reserva de la Seguridad Social-, el Estado ya no tiene dinero ni para las pagas extras, y tiene que emitir deuda para hacerlo. Una aberración económica en toda regla: pagar pensiones con deuda (que son impuestos futuros). Ya estamos ahí. Y el futuro pinta cada vez más negro.

EL PRIMER PASO ES RECONOCER LA VERDAD

Bolsamanía es un medio neutral y no va a pedir el voto para nadie (aunque lógicamente, apoyamos las políticas promercado que faciliten la inversión y la creación de empleo). Pero sí pedimos un Gobierno que diga la verdad a los ciudadanos sobre las pensiones.

Es urgente huir de la demagogia y decir claramente a los ciudadanos que ya no hay dinero para pagar las pensiones y que en el futuro va a haber todavía menos. Y, sobre esa base, buscar unas soluciones que no son fáciles. Ya hay propuestas interesantes como ligar la edad de jubilación a la esperanza de vida o acabar con el chollo que tienen las empresas con las prejubilaciones. Y habrá que asumir que las pensiones futuras tendrán que ser menos generosas que las actuales por fuerza, lo que hace necesario el ahorro individual.

No es necesario que este ahorro se canalice mediante planes de pensiones, que, efectivamente, son un producto muy rentable para la banca y no para el ahorrador; puede ser en cualquier activo, incluyendo ladrillo, fondos de inversión, bolsa, bonos, etc. En este sentido, no sería mala idea resucitar la propuesta de una cuenta similar a la 401(k) norteamericana que hizo el profesor Lagares.

Pero nadie le va a poner ese cascabel al gato en vísperas de elecciones, ni tampoco parece que ningún partido vaya a incentivar la natalidad con medidas reales de conciliación, empezando por el calendario escolar y siguiendo por los salarios de las jornadas reducidas. Y cuanto más tardemos en tomar medidas, empezando por reconocer la realidad, más dolorosas serán.

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