En una balanza en la que a un lado se coloca la compra y al otro el alquiler, el peso se decanta claramente por la primera opción. Durante los últimos meses, el sector inmobiliario está notando la tendencia creciente de adquirir vivienda, un comportamiento motivado por el ahorro forzoso acumulado en los hogares y por las nuevas necesidades de los compradores. Pero los bancos han tenido también algo que ver: las ofertas lanzadas y los bajos tipos de interés han animado a los españoles. Y lo seguirán haciendo.
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Son las conclusiones a las que han llegado los expertos del Instituto de Valoraciones, que explican que en el último año, y tras los meses de parón de la actividad por el confinamiento, las entidades bancarias han ido lanzando atractivas condiciones de financiación para impulsar a la compra de vivienda y aumentar el número de operaciones y la mejora de sus márgenes por la venta cruzada de productos financieros dirigidas a personas con capacidad financiera suficiente.
"Esta tendencia sigue vigente y se podría pensar que continuará, al menos a corto plazo", señalan, añadiendo que, por otra parte, si bien es cierto que el euríbor empieza a mostrar ligeras señales de recuperación, se prevé que este valor siga en terreno negativo en el corto y medio plazo, "lo que presenta un panorama conveniente para los compradores" de vivienda.
A esto se suma que se han visto nuevas tendencias en el mercado inmobiliario. Una de ellas es la compra de viviendas en zonas rurales o el extrarradio, que se ha generalizado tras la llegada de la pandemia del Covid-19. Como destacan, en la búsqueda de viviendas que se adapten en mayor medida a las nuevas demandas, son muchas las personas que se han decantado por comprar viviendas, ya sea principales o secundarias, en zonas rurales o en los extrarradios de las grandes urbes. Y es que además de las características buscadas en las viviendas de espacios amplios o la luminosidad, otro factor muy valorado ahora por los compradores es la tranquilidad que ofrecen este tipo de ubicaciones.
En este sentido, el teletrabajo y la flexibilidad laboral están impulsando también esta deslocalización de las familias hacia zonas rurales o alejadas de los centros de las ciudades, teniendo en cuenta, entre otras cosas, que el mercado inmobiliario de estas zonas suele ofrecer una relación de calidad-precio más alta. Por ello, creen que se trata de una tendencia que podría continuar.
Otro factor derivado de la pandemia es el aumento de los niveles de ahorro de los españoles. Algo que "sin duda, ha ayudado a aquellos interesados en comprar vivienda a contar con los ahorros necesarios para enfrentarse a la inversión inicial y demás gastos que supone esta operación". Pero ¿seguirá esta tendencia vigente a largo plazo? Los expertos señalan que se podría pensar que con el avance de la campaña de vacunación, la recuperación de la movilidad internacional y la paulatina vuelta a la normalidad, volverán los viajes y los gastos relativos al ocio, algo que podría impactar en estos niveles de ahorro y, por ende, en una posible desaceleración del auge de la compra de vivienda.
Lo que sí que prevén que seguirá vigente, aunque quizás en menor medida, es la búsqueda de viviendas de reposición. "Tras varios meses de confinamiento, muchas personas se dieron cuenta de que sus viviendas actuales no satisfacían sus deseos y necesidades". Así, es lógico pensar que la búsqueda de vivienda de reposición fue uno de los factores que impulsó la compraventa de viviendas en el 2020. Si bien es cierto que esta tendencia de búsqueda seguirá vigente, se podría pensar que, con la liberación de restricciones que se ha ido sucediendo en estos meses, la urgencia por cambiar de vivienda será menor. Incluso, a pesar del auge que ha experimentado la vivienda de obra nueva recientemente por adecuarse en mayor medida a estas nuevas necesidades, a futuro podría verse sustituida por otro tipo de demanda de personas con menos capacidad financiera que busquen viviendas más económicas, afirman.
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