Tras la confirmación este martes del repunte de la inflación en España, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) asegura que el incremento del precio de los carburantes -en agosto el precio del gasóleo subió un 8,6% y el de la gasolina un 5,7%-, puede provocar que el coste del transporte de mercancías se eleve y, por ende, encarecer el precio de los alimentos.
En agosto, el nivel del IPC de los alimentos marcó una subida del 10,5% interanual, por lo que "la posibilidad de seguir una dieta saludable, variada y suficiente sea más complicado para las familias con menores ingresos", destaca el organismo.
La OCU pone el foco en la subida interanual de diversos alimentos como el azúcar -42,5%-, los aceites y las grasas -30,9%-, la carne de cerdo -15,6%-, las patatas -14,3%-, la leche -14,1%-, los huevos o los preparados de legumbres y hortalizas -12,3%-.
Por ello, la encuesta sobre hábitos de consumo realizada por la entidad refleja que un 32% de las familias españolas "han reducido consumo de productos frescos, como la carne y el pescado o las frutas y verduras -18%-, sustituyéndolos por alimentos envasados y congelados". Además, nueve de cada diez consumidores están "priorizando los productos en oferta y primando las marcas blancas y las compras en los súper de descuento".
Ante esta situación la OCU exige al gobierno "aumentar de manera urgente y sustancial el importe del cheque de 200 euros para familias con ingresos de menos de 27.000 euros, así como el número de beneficiarios, aumentando a su vez los límites de ingresos". Además, reclama la reducción del IVA al 0% de la carne y el pescado.
