La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha asegurado que la recaudación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) no debería recaer sobre las empresas, dado que lo que se grava es el consumo final de los hogares.
"El IVA se recauda por las empresas a través de un proceso por etapas, pero dado que es un impuesto sobre el consumo final de los hogares, la carga del IVA no debería de recaer en las empresas", se puede leer en la edición 2018 del informe 'Tendencias de impuestos al consumo', publicado por el organismo internacional este miércoles.
La entidad presidida por el mexicano Ángel Gurría ha especificado que el único caso en el que las compañías deberían de ser responsables del IVA es cuando compren bienes o servicios dedicados a ser consumidos dentro del propio negocio.
El único caso en el que las compañías deberían de ser responsables del IVA es cuando compren bienes o servicios dedicados a ser consumidos dentro del propio negocio
En su lugar, la OCDE ha propuesto que la carga del IVA debería recaer en una "proporción variable" tanto en las compañías como en los consumidores.
"De hecho, la incidencia efectiva del IVA, como en cualquier otro impuesto, no se determina solamente por su naturaleza formal, sino también por las circunstancias del mercado, incluyendo la elasticidad de la demanda y la competencia entre los proveedores", señala el informe.
En este sentido, la OCDE ha criticado que, aunque la carga del IVA no debería de recaer sobre las empresas, el derecho a deducirse dicho impuesto en los insumos se "limita" en la medida que se usen para crear otros productos que sí se puedan gravar.
INGRESOS FISCALES
La investigación de la OCDE también apunta que los ingresos fiscales en las economías avanzadas han seguido aumentando, con los impuestos sobre las empresas y el consumo personal representando una proporción cada vez mayor de los ingresos fiscales totales.
La publicación anual de Estadísticas de Ingresos muestra que la proporción promedio de impuestos de la OCDE sobre el PIB aumentó ligeramente en 2017, a 34,2%, en comparación con el 34% en 2016. El promedio de la OCDE ahora es más alto que en cualquier punto anterior, incluyendo sus picos anteriores de 33,8% en 2000 y 33,6% en 2007.
Se observa un aumento en los niveles de impuestos sobre el PIB en 19 de los 34 países de la OCDE, mientras que los niveles de impuestos sobre el PIB se redujeron en los 15 países restantes. Los niveles de impuestos al PIB son ahora más altos que sus niveles previos a la crisis en 21 países.
En cuanto al IVA, continúa siendo la principal fuente de ingresos del impuesto sobre el consumo en la OCDE y ahora han alcanzado un máximo histórico del 6,8% del PIB, que representa el 20,2% del total de los ingresos fiscales.
Después de experimentar una tendencia alcista desde la crisis económica, las tasas estándar de IVA se estabilizaron en el 19,3% en 2014 y se han mantenido en este nivel desde entonces. Diez países tienen ahora una tasa de IVA estándar superior al 22%, frente a solo cuatro en 2008. Dos países, Grecia y Luxemburgo, aumentaron su tasa de IVA estándar entre enero de 2015 y enero de 2018, mientras que dos países, Islandia e Israel, redujeron su tasa de IVA estándar durante este período.