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La filtración de la agencia 'Reuters', en la que sugiere que el Banco Central Europeo (BCE) pronosticará una inflación de la zona euro por encima del 3% en 2024, ha provocado un terremoto en las estimaciones del consenso sobre la decisión de política monetaria que tomará el organismo en su reunión de este jueves. En base a ello, los expertos de Nomura han cambiado su previsión y ahora esperan a una subida de 25 puntos básicos de los tipos de interés.

"En consecuencia, cambiamos nuestra previsión y ahora esperamos que el BCE aumente sus tres tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos, lo que daría lugar a que el tipo de depósito se elevara al 4%", indican desde el banco japonés.

Esta nueva estimación lleva a los estrategas de la entidad a preguntarse si se tratará de un alza 'hawkish' o 'dovish', ya que en el supuesto de que estemos ante una subida moderada, "¿cómo puede ser creíble que una subida más es suficiente para controlar la inflación?".

"Parece poco probable que un alza de 25 puntos básicos sea suficiente para que la inflación vuelva a alcanzar su objetivo de manera oportuna, especialmente cuando se espera que aumente sus pronósticos de inflación", comentan en Nomura.

Por ello, creen que si el BCE sube los tipos en base a sus previsiones de una mayor inflación, entonces un alza 'hawkish' parace lo más apropiado, aunque el organismo tendrá que elevar sus previsiones generales del IAPC para 2023 y 2024.

En este sentido, en la firma prevén que el Banco Central Europeo rebajará sus previsiones de crecimiento del PIB para 2023 y 2024 a 0,7% y a 1,3% y espera que aumente sus estimaciones generales del IAPC en 0,2 puntos para 2023 y 2024 y en 0,1 puntos para 2025, situándose en 5,6%, 3,2% y 2,3%, respectivamente.

"Esta es la reunión más incierta del BCE desde que comenzó a subir los tipos el año pasado. Esta filtración de la noche a la mañana sólo amplifica esta incertidumbre, y el mercado ha pasado de esperar una pausa a creer ahora que lo más probable es una nueva subida", agregan.

En general, en Nomura afirman que se podía imaginar que el organismo optase por una nueva subida en septiembre debido a que la inflación subyacente está resultado ser más persistente de lo esperado, y apuestan por "una pausa en octubre, para reevaluar la transmisión de la política monetaria, y que termine subiendo en diciembre en respuesta a la probable necesidad de aumentar aún más sus previsiones de inflación".

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