El economista Santiago Niño Becerra señala a la capacidad de endeudamiento como responsable de la situación actual que vive Europa. Así, critica que la prosperidad se mantuviera con créditos y rebate a aquellos que dicen que Europa está siguiendo los pasos de Japón.
“En unos sitios más que en otros, los años del ‘Europa va bien’ se mantuvieron y alimentaron con créditos”, señala el catedrático de estructura económica en un artículo publicado en La Carta de la Bolsa. “A la que la capacidad de endeudamiento se agotó, adiós”, zanja.
"A la que la capacidad de endeudamiento se agotó, adiós"
A la vez que esta capacidad se agotaba, “las empresas fueron optimizando sus procesos productivos” con el objetivo de ganar competitividad, sin embargo “eso inyectó en el mercado de trabajo una tendencia hacia el desempleo-subempleo”. Esta situación “fue derivando hacia una caída-congelación de salarios”.
Esta situación “fue creando una deriva del consumo hacia abajo combinado con una progresiva capacidad productiva excedentaria”. En este contexto, el escenario económico quedó más degradado debido a “los aumentos brutales habidos en la deuda pública a fin de reactivar la economía”, entre los que se encuentran el Plan y otros programas similares.
ESTANCAMIENTO ECONÓMICO Y DESIGUALDAD
¿Y ahora? “La evolución de todo esto fueron caídas en la recaudación fiscal –por lo que los déficits ascendieron–, lo que forzó recortes de gasto público para cumplir los objetivos de déficit pactados”. Las caídas en la recaudación y los recorte de gasto se retroalimentaron, ya que “no había fondos suficientes para obra pública ni para para pagar empleados públicos, ni la sanidad, ni subsidios”.
"A nivel social todo esto se traduce en más desigualdad, en mucha más desigualdad"
“A nivel social todo esto se traduce en más desigualdad, en mucha más desigualdad”, derivada de “una concentración de la renta y de la riqueza”. “El PIB puede aumentar, pero concentrado en zonas determinadas y generado por actividades concretas”, explica, una situación que convive “con rentas de subsistencia, con un tercio de la población excluida y con situaciones de pobreza propias de país subdesarrollado; en medio, nada”.
Niño Becerra no cree que la solución vaya a venir desde el BCE. “Todo se arregla comprando cantidades astronómicas de deuda pública, cuando en realidad eso sólo es una anfeta que prolonga cien metros más un esfuerzo, y un negocio para quien tiene una deuda que cada vez vale menos”, critica. En su lugar, propone “una muy buena preparación para el próximo modelo que ya está llamado a la puerta: se pueden imaginar cómo va a ser”.
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EUROPA NO ES JAPÓN… Y NO HAY DEFLACIÓN
En el mismo artículo, el catedrático de Estructura Económica rebate a los que defienden que “Europa se encamina hacia una deflación a la japonesa”. En este sentido, niega que en Japón haya habido deflación, entendida como “colas de personas ante los locales del Ejército de Salvación esperando un plato de sopa y un trozo de pan”. “Eso sucedió en la Depresión: ¿es hoy imaginable algo así?”, se pregunta.
Por el contrario, lo que está viviendo Europa es una “situación deflacionaria”. Esto no significa, sin embargo, que esta situación se parezca a la de Japón. El país oriental cuenta con un desempleo del 3,5% y una tasa de paro juvenil del 6,3%, además de una deuda externa del 30%: “¿En qué se parece Europa a Japón?”.
Asimismo, opina que la inflación “ha dejado de ser un problema, aunque si de momento tanta falta hace que suban los precios, pueden aumentarse los impuestos, por ejemplo… sobre los combustibles”.
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