- El referéndum de Grecia muestra que da igual lo que la ciudadanía vote, asegura
- Para Niño Becerra el principal problema de Cataluña es el económico
Para el economista Santiago Niño Becerra, el principal problema que tiene Cataluña es el económico, y asegura no entender una parte importante de los votos. Además, lamenta que "lo que la ciudadanía vota no tiene ninguna importancia".
El catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull analiza en su blog en La Carta de la Bolsa el resultado de las elecciones de Cataluña en tres claves:
Niño Becerra: Ningún partido ha hablado prácticamente nada de sus programas de Gobierno
1. PROGRAMAS
Aunque Artur Mas planteó las elecciones como un plebiscito por la independencia, los catalanes tenían que decidir Gobierno para la Generalitat. Y “ningún partido ha hablado prácticamente nada de sus programas de Gobierno”, denuncia Niño Becerra. “Y aún peor, ningún medio de comunicación ha preguntado prácticamente nada a los partidos sobre sus programas de Gobierno”, añade.
2. PROBLEMA ECONÓMICO
Para el economista, el mayor problema que tiene Cataluña precisamente es económico. El profesor recuerda que 1.444.000 catalanes con derecho a voto, el 35,5% de los votos válidos, “votaron a opciones políticas que no consideran que Cataluña tenga algún problema con su financiación regional”. “Me pregunto si esos 1,4 millones de personas fueron conscientes de ello cuando decidieron su voto”, expone.
3. ¿IMPORTA LO QUE SE VOTE?
Ninguna votación es significativa si no recoge ni ratifica aquello que sea conveniente
El catedrático de la Universidad Llull se cuestiona la importancia del voto y recuerda a Grecia, ya que “se demostró que lo que la ciudadanía vota no tiene ninguna importancia”. En el país heleno se celebró un referéndum para decidir si se aceptaban las exigencias de Bruselas para un tercer programa de rescate. “El 65% del electorado griego votó 'no' a una opción propuesta por la Unión Europea, opción rechazada por el Gobierno entonces vigente, una opción para la que ese Gobierno pidió el 'no'. Luego ese Gobierno firmó un papel en el que se imponía a Grecia unas condiciones peores que las que su ciudadanía rechazó en el referéndum celebrado”, recuerda.
“Pienso que a partir de ese día ninguna votación es significativa si no recoge ni ratifica aquello que sea conveniente. Es decir, en Cataluña los electores votaron unos resultados que habrá que ver si se hallan en línea con lo que vaya a ser conveniente”, argumenta el experto.
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