ep filed - 04 july 2011 baden-wuerttemberg karlsruhe one euro coins will fall onto an euflag the
picture alliance / Uli Deck/dpa - Archivo

¿Recuperación en forma de 'K'? En las últimas semanas son varios los analistas que están apostando por esta letra del abecedario para definir cómo será el rebote de la economía una vez superada la crisis que ha provocado la pandemia de coronavirus. Parece que las 'V', 'U', 'W' o 'L' han quedado atrás, y es la forma de 'K', dicen, la que mejor explica lo que está ocurriendo.

"Una recuperación en forma de 'K' indica que la recuperación económica de los países y/o sectores es divergente", que va a dos velocidades, señalan los expertos de Rabobank. Eso, apuntan, es lo que está pasando en la Eurozona, donde cada Estado miembro se enfrenta a una situación bien distinta pese a pertenecer al club comunitario.

Otros analistas, por su parte, han abordado la situación de EEUU, e indican que la 'K' pone de relieve que hay una recuperación a dos niveles que está favoreciendo, sobre todo, a los más ricos. Y es que esta forma de recuperación evidencia una situación en la que el crecimiento continúa pero es desigual, dividido entre sectores y grupos económicos.

En esencia, la idea es la misma: la recuperación no llega por igual, ni al mismo ritmo, a todas partes. "Se avecina una mayor divergencia" entre países, y no solo eso, ya que la crisis "también ha creado una cuña entre los sectores y las clases socioeconómicas", inciden desde Rabobank al hablar de la zona euro.

Los expertos de la firma holandesa analizan al detalle la situación del Viejo Continente, y apuntan que la crisis ha dejado "cráteres" importantes y, "ahora que el polvo ha empezado a asentarse, podemos ver que el impacto no se distribuyó equitativamente". "Ni sobre los países, ni sobre los sectores y tampoco en la situación socioeconómica", remarca Rabobank, que recuerda que el daño económico y la recuperación "dependen de la gravedad del bloqueo, la estructura de la economía y la capacidad de cada gobierno para mitigar el daño económico mediante estímulos fiscales".

Alemania ha sido el claro ganador porque la depresión económica "no ha sido tan profunda como en otros países" como España, Italia o Francia, que "dependen más del turismo y del sector del ocio" y, por tanto, "tendrán que someterse a cambios más drásticos para ajustarse a la nueva economía". Y el impacto de la crisis tampoco se ha distribuido equitativamente entre sectores: "la aviación y el turismo fueron más vulnerables a los efectos del bloqueo" y no han podido recuperar sus pérdidas, como sí lo ha hecho, por ejemplo, el comercio electrónico.

Asimismo, Rabobank recuerda que el grueso de las personas que perdieron su trabajo durante la pandemia son mayoritariamente jóvenes con empleos de bajos salarios y contratos temporales. "Tienen pocas reservas a las que recurrir", y "en vista de ello y del hecho de que la liquidez del BCE sigue inflando los precios de los activos que generalmente están en manos de personas mayores y más ricas, la brecha entre las clases socioeconómicas se está ampliando".

En el banco holandés creen que a pesar de que los gobiernos están intentando frenar la divergencia en el empleo mediante un apoyo activo a las empresas y a los trabajadores, hasta ahora esto solo ha evitado un fuerte aumento en el desempleo y las quiebras. El problema es que "este apoyo no puede ser una solución a largo plazo", por lo que en la Eurozona, al final, "la estructura de la economía cambiará y la gente tendrá que encontrar trabajo en otro sector que no sea el sector en el que están trabajando actualmente".

BIFURCACIÓN DE LA ECONOMÍA

Y en EEUU pasa algo similar. Muchos economistas ven ya un escenario en el que se benefician los grandes minoristas y los bancos de Wall Street, y en el que las tiendas y restaurantes y otros trabajadores del sector servicios se quedan rezagados. El problema, indican, es que estos beneficios desiguales de la recuperación plantean riesgos a largo plazo para la economía estadounidense.

"La recuperación en forma de 'K' es solo una reiteración de lo que llamamos la bifurcación de la economía durante la Gran Crisis Financiera. Se trata, realmente, de la creciente desigualdad desde principios de la década de 1980 en todo el país y en la economía", ha apuntado la consultora RSM, que incide, según recoge CNBC, en que "cuando hablamos de la 'K', la parte superior es claramente los mercados financieros y la inferior es la economía real, y los dos están separados".

En opinión de esta firma, una de las formas más simples de visualizar el actual patrón 'K' es observando el meteórico aumento de las bolsas desde finales de marzo, frente a lo ocurrido con el resto de la economía en EEUU. Aunque el mercado de valores se disparó a cotas nunca vistas, el PIB se ha desplomado como nunca antes, y el desempleo, aunque está disminuyendo, sigue siendo un problema especialmente en los grupos de ingresos más bajos. Eso sin olvidar, dice, que miles de pequeñas empresas han cerrado durante la pandemia.

Esto agrava la desigualdad en un momento en que el 52% de las acciones y los fondos están en manos del 1% de los inversores. Y no se trata solo de la propiedad de los activos, sino de la naturaleza de esos activos, porque no hay que olvidar que las ganancias de Wall Street han venido de la mano de unas pocas acciones, concretamente de las tecnológicas.

"La narrativa en forma de 'K' está ganando fuerza a medida que el relato de dos recuperaciones se ajusta bien al rendimiento de la renta variable", han explicado desde BMO Capital Markets. Creen, de hecho que el triunfo de las tecnológicas ayuda a contar una historia sobre una economía cambiante que está dejando atrás a aquellos con menos acceso a la tecnología, que es la que dará forma a la recuperación. "Creemos que esto ya está resuelto y que estamos viendo una recuperación en forma de 'K'", concluyen por su parte en JP Morgan Chase.

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