- Defiende el Tratado de Libre Comercio entre la UE y Canadá (CETA) porque mejora las relaciones comerciales
- Pedro Sánchez confirma a Moscovici que el PSOE se abstendrá en la ratificación del CETA
El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, se ha mostrado este jueves muy crítico con el PSOE por su decisión de dejar de apoyar el Tratado de Libre Comercio entre la UE y Canadá (CETA). Aunque la portavoz socialista en el Congreso, Margarita Robles, ha dicho esta mañana que la decisión final aún no estaba tomada, posteriormente ha sido el propio líder socialista, Pedro Sánchez, el que ha dicho que el partido se abstendrá. Desde el Gobierno critican a la nueva dirección del PSOE por estar "fuera de la izquierda moderada".
El Gobierno defiende que el tratado mejora las relaciones comerciales y protege la seguridad jurídica de las inversiones, el cambio climático y los derechos sociales
Nadal, en una entrevista en Antena 3, ha dicho que la actitud del PSOE "es una postura ideológica para marcar terreno fuera de lo que es la izquierda moderada española", y que eso le está convirtiendo "en una excepción dentro de los partidos socialistas de la Unión Europea", que sí apoyan el CETA.
Tal y como ha dicho el ministro, "Canadá no es un país conflictivo, es una potencia muy importante y con este acuerdo, por primera vez, la UE no sólo trata las cuestiones de comercio, también el cambio climático o los derechos sociales". Incluso Nadal ha señalado que "es un tratado que, además de mejorar las relaciones comerciales, protege la seguridad jurídica de las inversiones, el cambio climático y los derechos sociales. Hemos buscado un socio similar a la UE".
"Es un tratado que mejora nuestras relaciones comerciales y que nos enriquece a todos", ha insistido el ministro. Y justo después ha hablado Margarita Robles, que ha dicho que no ha habido un cambio de postura sobre el CETA en 24 horas, como se ha venido diciendo, es más, "la decisión política no está tomada" y cuando se tome se explicarán los motivos pertinentes.
La portavoz del PSOE ha señalado que hay "dudas jurídicas" en el tratado. "No se cambia de hoy para mañana en cuanto al CETA, hay una nueva dirección política que quiere estudiarlo y a partir de ahí, en la ejecutiva del próximo lunes, se tomará una decisión", ha añadido Robles. Además, se ha mostrado crítica con los de Pablo Iglesias. "No puedo aceptar que pueda haber partidos que traten de arrimar el ascua a su sardina. Que Podemos se ocupe y preocupe de sus posiciones políticas y que el PSOE haga un debate serio y riguroso para explicar las razones que tiene para tomar una decisión u otra sobre el CETA", ha dicho.
Las dudas que ha suscitado el PSOE han despertado reticencias, hasta el punto de que el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, le ha pedido abiertamente que apoye el CETA. En un encuentro con periodistas en Madrid, del que se hace eco El Mundo, el socialista francés ha afirmado que el tratado es "el más progresista de la historia de los firmados por la UE". Por eso, y aunque respeta la libertad del PSOE para posicionarse, ha advertido que si mantiene la posición de no apoyar este acuerdo negociado por la Comisión Europea "estaremos en desacuerdo".
Aunque Sánchez no se ha quedado callado, y ha respondido directamente a Moscovici, en un encuentro de trabajo que han mantenido este jueves, que son muchas las diferencias que el PSOE tiene con lo que se dice en ese tratado. "Somos una fuerza política multilateralista, partidaria de una apertura comercial internacional, firmes defensores de una relación estrecha con Canadá, pero no hay dos únicos caminos: o bien cerrar las fronteras, como quiere el PPr o el proteccionismo al que se abraza Unidos Podemos", ha espetado, anunciando que los socialistas "no ratificaremos el CETA en el Parlamento español. Nuestra posición será la de una abstención motivada con estos argumentos", ha dicho.
Y tras conocerse la postura definitiva del PSOE, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho como su ministro, criticar a Sánchez. En concreto, ha considerado "una mala noticia" y "un error" la decisión socialista de no apoyar el tratado y ha avanzado que buscará el apoyo de "otros" partidos. Y es que considera que España haría el "ridículo" si el Parlamento votará en contra del mismo.
DIVISIÓN ENTRE LOS SOCIALISTAS EUROPEOS
Además, la postura de Sánchez ha profundizado la división de los socialistas europeos en cuanto a este asunto, sobre el que no tienen una posición homogénea. Hay discrepancias entre los partidos socialdemócratas nacionales al respecto, que ya quedaron patentes en la votación de la Eurocámara que dio luz verde al tratado internacional.
El PSOE se encuentra ahora mismo valorando su posición al respecto, pese a haber votado a favor del CETA en la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso
El PSOE votó a favor del CETA en la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, un acuerdo que debe recibir el visto bueno del Pleno del Congreso y, posteriormente, del Senado. Hay que recordar que la delegación del Partido Socialista Obrero Español en el Parlamento Europeo también votó a favor del tratado comercial con Canadá en pasado 15 de febrero, cuando la Eurocámara dio luz verde al acuerdo con el voto a favor del Partido Popular Europeo (PPE), Liberales (ALDE) y Conservadores y Reformistas (ECR).
El CETA también recibió en ese momento el apoyo general de Socialistas y Demócratas (S&D), aunque las importantes diferencias en la dirección del voto entre las delegaciones nacionales dejó patente la división entre los partidos socialdemócratas europeos.
La UE y Canadá no pudieron firmar el CETA hasta octubre de 2016, tras haber superado las reservas que había planteado hasta ese momento Bélgica por el bloqueo 'in extremis' de su región Valonia, que está gobernada por el partido socialista francófono de Paul Magnette. El acuerdo comercial entre la UE y Canadá podrá aplicarse de forma provisional cuando el país norteamericano finalice sus procedimientos nacionales de ratificación. Sin embargo, la aplicación definitiva y total del acuerdo no será efectiva hasta que los parlamentos nacionales y regionales competentes en los países de la UE (hasta 38 cámaras) den su aprobación.