Morgan Stanley prevé que la economía española registre un crecimiento del 2,3% en 2023 y se desacelere hasta el 1,1% el próximo año, para volver a coger impulso en 2025 y alcanzar un PIB del 1,8%. Así se desprende de su informe sobre 'Perspectivas de la economía europea en 2024', en el que esperan que España registre una "fuerte recuperación del consumo privado".
Los estrategas de la firma estadounidense confían en que el consumo privado español se recupere en 2023 y destacan que, a excepción de Grecia, España es el país con mayor crecimiento del consumo privado desde 2021.
No obstante, y aunque desde Morgan Stanley matizan que el consumo español cayó durante el Covid-19 más que otros países, ha alcanzado niveles prepandemia en el tercer trimestre del presente ejercicio.
"El reciente aumento del consumo está relacionado con una fuerte dinámica de la renta real. La desinflación más rápida ha sido una bendición para el poder adquisitivo de los hogares", explican en Morgan Stanley.
Con todo, y a medida que la inflación disminuya en otros países, desde la entidad esperan que el crecimiento del consumo privado se desacelere hasta el 1,5% anual en 2024 y hasta el 1,3% anual en 2025 (desde el 2,1% anual en 2023).
Respecto a la inversión, señalan que en España ha crecido menos que en la mayoría de países de la zona euro, excepto Alemania.
"Esperamos que el crecimiento de la inversión se recupere a partir de mediados de 2024, gracias a la implementación del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR). El MRR actualizado asignaría 163.000 millones de euros de financiación a España. Esto es más del 13% del PIB de España en 2019. La asignación de estos fondos debería reasignarse sustancialmente más que en años anteriores. Los desembolsos esperados aumentan a más del 2% (del PIB de 2019) en 2024 y se mantienen en el 3,3% para 2025 y en el 3,2% para 2026", matizan en la entidad.
En este sentido, estiman que a través de un mayor gasto de capital, el MRR debería impulsar el crecimiento de la formación bruta de capital fijo del 1,8% anual en 2023 al 5,0% anual en 2025, lo que en última instancia permitiría que el crecimiento del PIB se mantuviera más alto durante la implementación de los fondos europeos.
En cuanto a la inflación, pronostican que en 2023 sea del 3,7% anual, inferior al promedio de la zona euro (5,6% anual). Por el contrario, en 2024 la inflación debería ser superior a la media (3,2% anual en España frente a 2,4% anual en la zona del euro) ante el fin de las medidas como la reducción del IVA, la bajada de impuestos sobre la electricidad y los subsidios al transporte público.
A nivel político, indican que Pedro Sánchez ha conseguido cerrar un acuerdo para su investidura y seguir el frente del Gobierno español.
"El acuerdo implica trabajar con una gran coalición de partidos, lo que podría generar incertidumbre política, especialmente con partidos como Junts que buscan un referéndum sobre la independencia catalana", valoran en Morgan Stanley.
PERSPECTIVAS EUROPEAS
A nivel europeo, los expertos de la firma de inversión prevén que un débil crecimiento en 2024 del 0,5% anual desde el 0,4% que estiman para 2023.
"Los aumentos del ingreso real deberían comenzar a impulsar el consumo y esperamos que las exportaciones mejoren desde niveles bajos. Pero la política fiscal se irá consolidando, mientras que es probable que la inversión comience a caer a medida que la política monetaria restrictiva se abra camino hacia el lado real. El año 2025 parece más positivo (1,0% anual), aunque la oferta está limitada por la demografía adversa y la transición energética", agregan en Morgan Stanley.
Con relación a la inflación de la eurozona, está en descenso y tras registrar un 2,9% anual en octubre, pronostican que seguirá cayendo hacia el objetivo, con un promedio de 2,4% anual en 2024 y 2,0% anual en 2025.
La política monetaria también forma parte del análisis de Morgan Stanley, cuyos analistas ven un primer recorte de los tipos de interés en junio de 2024.
"Esperamos un primer recorte de tipos en junio de 2024 de 25 puntos básicos. Los recortes de tipos llegarían hasta el 2,0% en septiembre de 2025", aseveran.
Asimismo, en su escenario negativo, manifiestan que una desaceleración más material en China conduciría a un crecimiento y una inflación más débiles en Europa.
"Creemos que el primer recorte del BCE se mantendrá en junio de 2024, pero los recortes serán más rápidos y más prolongados, alcanzando el 1,25% a finales de 2025", reiteran.
En su escenario alcista, una actividad más robusta en EEUU y la Reserva Federal reanudando su ciclo de subidas harían que el BCE aumentara los tipos en junio y septiembre de 2024, hasta el 4,5%.