"Las propuestas de la Unión Europea (UE) para eliminar por completo el gas ruso marcan el progreso, pero serán costosas". Es lo que señalan desde Moody's, detallando que los planes de la UE, si se implementan de manera efectiva, reducirán los costes de transición para destetar a los estados miembros del gas ruso y reducir los desafíos de seguridad. Sin embargo, la eliminación gradual del gas ruso aún conducirá a cambios estructurales en el sistema energético de la UE.
Como explican en un informe, esto seguirá teniendo implicaciones crediticias negativas a mediano plazo a través de cinco canales de transmisión principales.
Uno son los precios de la energía altos y sostenidos, lo que puede conducir a más de - endurecimiento esperado de la política monetaria si las expectativas de inflación se desanclan. El segundo, un crecimiento económico más lento al menos durante los próximos tres a cinco años, por debajo de los promedios previos al conflicto militar y previos a la pandemia. El tercero, mayores costes e inversiones. El cuarto, el aumento de los riesgos fiscales para los soberanos. Y el quinto, el aumento de los riesgos sociales porque los altos precios de la energía tendrán un impacto desproporcionado en los hogares de bajos ingresos.
Añaden que las empresas de servicios públicos, los operadores de red y las empresas de gran consumo energético con una exposición significativa a los países más dependientes, como las empresas manufactureras, químicas, siderúrgicas y cementeras, se enfrentarán a inversiones y costes aún mayores para reducir la dependencia del gas ruso y seguir adaptándose a la transición verde.
Además, consideran que los planes conllevan "importantes riesgos de ejecución". Estos incluyen la confianza en las acciones de los estados miembros y la coordinación entre los estados miembros y la UE; asegurar volúmenes suficientes de GNL, así como la capacidad de transportarlo donde más se necesita; y alcanzar los objetivos revisados de energía renovable.
"Un riesgo adicional son las acciones de represalia que Rusia pueda tomar en respuesta a los planes de la UE, lo que podría conducir a una eliminación desordenada que podría afectar la fortaleza económica de los soberanos que más dependen del gas ruso", concluye Moody's.