Cada vez que llega el recibo de la luz, muchas familias se echan las manos en la cabeza y tiemblan porque el precio es desorbitado.
La electricidad en España es una de las más caras de Europa y lo peor baja por gastar poco y vivir a oscuras ya que el 60% del recibo lo pagamos igual aunque no encendamos la luz. Y ahí entran los peajes, que son subvenciones a una serie de colectivos, como las grandes fortunas que invirtieron en renovables, o el déficit de tarifa, que es una compensación a las eléctricas porque en años anteriores cobraron por la luz menos de lo que le costaba producirla.
Esta semana en Money Talks, el Gobierno baja el impuesto pero… la luz seguirá siendo cara.