A cierre de abril de 2021, el mercado de SOCIMI alcanzó un valor de 22.451 millones de euros, frente a los 22.026 millones del año anterior, lo que supone un incremento del 2% (algo menos de 500 millones de euros) y una pérdida del 13% (3.300 millones de euros) si la comparación la realizamos con respecto al cierre del ejercicio 2019. El peso de los cinco vehículos más grandes en términos de capitalización bursátil supone el 64% del mercado total, frente a 67% en 2019.
Así lo recogen los datos publicados este martes del informe de elaboración conjunta entre BME y JLL España sobre la evolución del mercado de las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria.
Por mercados, a diciembre de 2020, BME Growth mostraba un valor de mercado de 13.600 millones de euros, frente a los 8.300 millones del mercado principal, lo que en términos relativos supone un incremento del 4,5% y una pérdida del 34% (respectivamente) frente al cierre en el año 2019. El efecto de recuperación de las cotizaciones a lo largo del primer cuatrimestre de este año se ha dejado sentir con mayor intensidad en la Bolsa, al haber recuperado más de un 11% de valor, frente a la situación plana del mercado alternativo.
En cuanto a la retribución a sus accionistas, si en 2019 se repartieron 1.151 millones de euros en dividendos pagados, de los que 437 correspondieron a las 4 grandes SOCIMI cotizadas en Bolsa, en 2020 el importe total distribuido bajó hasta los 707 millones de euros, de los que corresponden 257 millones a los principales vehículos de inversión.
En el mercado europeo, el valor global de los REITs asciende a 210.000 millones de dólares en diciembre de 2020 lo que supone un fuerte de crecimiento frente al año anterior, siendo Reino Unido, Francia, Holanda y España los países claves de la recuperación, manteniendo un peso del 1,5% sobre la capitalización total del mercado bursátil. El gran "pero" del mercado europeo, en comparación con el americano, sigue siendo el reducido tamaño individual por vehículo, alcanzando un importe por debajo de los 1.000 millones de dólares.
Por último, el informe incluye un capítulo específico destinado a la sostenibilidad y a la responsabilidad que debe asumir el sector inmobiliario para sumarse a los retos de la descarbonización y la aplicación de criterios ESG en su actividad, tendencia sin retorno en todos los sectores económicos. Según estimaciones de la Organización Green Building Council, una oficina neutra en huella de carbono será un 17% más costosa de construir, pero menos gravoso de mantener. Estos beneficios directos están repercutiendo positivamente en los inquilinos, pero la evolución del mercado determinará si tendrán su efecto en un incremento de las rentas.
"Compañías de seguros, fondos de pensiones, inversores de alta renta e inversores retail comienzan a ser habituales en este mercado. Las perspectivas ante el final de la pandemia comienzan a presentar oportunidades de consolidación en un segmento que no ha perdido nada de atractivo", ha indicado el director gerente de BME Growth, Jesús González Nieto-Márquez. "Si sumamos los impactos en emisiones de CO2 de la actividad constructora y el impacto en la operación de los inmuebles, el sector inmobiliario es el sector de mayor impacto medioambiental, y debemos las empresas inmobiliarias deben poner foco en alcanzar nuevos niveles de sostenibilidad", ha señalado el CEO de JLL, Enrique Losantos.
Ambos han presentado este martes desde El Palacio de la Bolsa de Madrid la tercera edición de este informe. Esta edición del estudio se ha realizado a partir del análisis pormenorizado de los 79 vehículos activos en el mercado español más uno cotizado en Luxemburgo.