La Reserva Federal (Fed) ha adoptado una nueva línea de política monetaria que promete revolucionar a todos los bancos centrales del mundo. Así lo creen los analistas, que dan por hecho que el Banco Central Europeo (BCE) acabará por seguir el camino marcado por Jerome Powell y los suyos en lo que respecta a la inflación.
"Hasta el momento su lucha contra la baja inflación en la zona euro no ha sido para nada exitosa", y por eso "tampoco vemos descabellado que el BCE decida seguir los pasos de la Fed", dicen los expertos de Link Securities. También apuntan que "está por ver si esta apuesta por parte de la Reserva Federal, contraria a la teoría monetaria clásica, no termina provocando un fuerte rebote inflacionista que fuerce al banco central a desdecirse y a retirar estímulos de forma abrupta", algo que no pasaría a corto plazo, pero quizá sí a medio/largo plazo.
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Tipos inamovibles hasta 2024 y vía libre a la inflación: así interpreta el mercado a PowellCabe recordar que la institución que preside Powell ha acordado un "objetivo de inflación promedio", no uno fijo que haya que cumplir sí o sí como hasta ahora, de forma que la Fed permitirá que la inflación se sitúe "moderadamente" por encima del objetivo del 2% "durante algún tiempo" después de los períodos en que haya estado por debajo de ese objetivo, como es el caso actual, para estimular la economía y el empleo.
Con esta decisión, el banco central estadounidense "podría marcar el camino a otros bancos centrales", aseveran los analistas de Renta 4, que creen que el BCE será uno de ellos. De hecho, recuerdan que el economista jefe del Banco Central Europeo, Philip Lane, "afirmó que se podría perseguir en el futuro un objetivo asimétrico de inflación, en línea con lo anunciado por la Fed".
De hecho, en IG también creen que es muy probable que el Banco Central Europeo tomen decisiones sobre la inflación parecidas a las de la Fed. "No sería de extrañar que otras grandes autoridades monetarias aspiren a realizar cambios parecidos", dicen sus expertos, que señalan que "a nadie pillaría ya por sorpresa que fuera el BCE el siguiente en dar este paso en el marco de la revisión estratégica iniciada a finales del pasado año, con la llegada de Christine Lagarde a los mandos de la entidad".
No obstante, en esta firma apuntan que la decisión de la Fed "tiene cierto sentido si tenemos en cuenta que la hiperinflación hace décadas que ha dejado de ser un riesgo serio para la economía real", aunque hacen notar que esta medida "abre la puerta a un debate teórico más profundo sobre si un banco central debe cambiar el objetivo fundamental sobre el que se asienta su propia existencia", ya que ahora pese al aumento de la inflación no se tocarán los tipos de interés. El mercado no espera subidas, como poco, hasta dentro de dos años, aunque hay algunos expertos que aventuran que permanecerán inamovibles hasta 2024.
MANTENER LAS CONDICIONES MONETARIAS FLEXIBLES
En este sentido, desde Lonbard Odier apuntan que "es probable que otros bancos centrales sigan el ejemplo e introduzcan un objetivo de inflación promedio en el futuro próximo", lo que "allana el camino para mantener las condiciones monetarias flexibles para que duren tanto como sea necesario" ante la situación que ha provocado la pandemia de Covid-19. En su opinión, el cambio de la Fed "es más una evolución que una revolución, ya que tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo han estado hablando de la simetría de la inflación durante un par de años al definir su mandato en materia de inflación".
"A medida que las condiciones económicas se normalizan, las políticas de apoyo tendrán que ajustarse en algún momento. Los responsables políticos están buscando formas de ajustar las políticas de apoyo, evitando al mismo tiempo un endurecimiento innecesario de las condiciones económicas y financieras", concluyen los expertos de la firma suiza.
Por último, Monex Europe también descuenta que el Banco Central Europeo seguirá los pasos de Powell y los suyos. Según indica, "Philip Lane dijo que aunque el BCE ha tenido éxito en la estabilización de los mercados después de la volatilidad observada en marzo, no puede ser complaciente para alcanzar su objetivo de inflación", lo que sugiere cuál será su próximo paso.